Jaguar pondrá fin a la producción de vehículos con motor de combustión este próximo mes de junio
Jaguar se convertirá así en uno de los primeros fabricantes tradicionales, con una larga historia a sus espaldas, que pasa a comercializar exclusivamente vehículos eléctricos
Ya sabíamos que los planes de Jaguar pasaban por convertirse en un fabricante exclusivo de vehículos eléctricos en un futuro cercano, pero no pensábamos que ésto fuese a ocurrir tan pronto. El fabricante británico acaba de anunciar que la compañía se encamina a llevar a cabo el cambio más radical de toda su historia en sus líneas de ensamblaje, poniendo fin a la producción de todos los modelos con motor de combustión en junio de 2024. Es decir, en tan solo tres meses.
Esta decisión forma parte de la nueva estrategia de la compañía que pasa por iniciar un periodo de transición que culminará en 2025, cuando en la gama de vehículos de Jaguar solo será posible encontrar vehículos totalmente eléctricos.
Resulta curioso, sin embargo, que los planes de la compañía pasen también por poner fin a la comercialización del único modelo eléctrico que puede encontrarse actualmente en el catálogo de la marca, el I-Pace. Lanzado al mercado en 2018, las ventas de este SUV eléctrico han ido cayendo poco a poco durante los últimos años y en la compañía han decidido que ha llegado el momento de que sea relevado, poniendo fin a su producción a finales de este mismo año.
La nueva Jaguar comenzará a andar en 2025
Jaguar se situará así en la segunda mitad de esta década con una gama de vehículos totalmente renovada y completamente eléctrica. El fabricante británico ha anunciado ya su intención de poner en el mercado tres nuevos modelos eléctricos, basados todos ellos en la plataforma JEA de la compañía –Jaguar Electric Architecture-.
El primero de ellos será un GT Premium de cuatro plazas con más de 440 kW de potencia y una autonomía WLTP de cerca de 700 km, destinado a competir con rivales de la talla del Porsche Taycan o el Audi e-tron GT y que la compañía promete que será el Jaguar más radical producido hasta la fecha. Su precio, obviamente, no estará al alcance de todos los bolsillos, superando claramente las cinco cifras.
Por último, señalar que desde la dirección de Jaguar aseguran que el plan de transición que se llevará a cabo durante la segunda mitad de este año ha sido elaborado meticulosamente para disponer del stock de vehículos con motor de combustión suficiente para que las ventas no decaigan drásticamente hasta la llegada de la nueva generación de eléctricos del fabricante británico. Garantizando así que todo el proceso de transición sea suave y poco traumático, tanto para la propia compañía, como para los concesionarios y los clientes.
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