La impresión 3D llega a los pistones del Porsche 911 GT2 RS

La llegada a gran escala de la impresión 3D, o fabricación aditiva, ha supuesto una auténtica revolución en numerosos sectores de la industria ya que permite la fabricación de piezas o componentes muy sencillos, ejemplo de ello es que la impresión 3D ha sido una gran aliada para la creación de pantallas de seguridad en la etapa crítica de la pandemia en Europa, o incluso para fabricar diseños tan intrincados que sería muy difícil o imposibles de realizar mediante métodos tradicionales.

En la industria automotriz la impresión 3D se ha convertido en una gran aliada y muchas son las marcas que recurren a ella, especialmente cuando se trata de dar vida a esos prototipos que muchas veces nos sorprenden con sus formas y líneas, pero también en otras áreas como la creación de piezas para la restauración de vehículos clásicos. Ejemplo de esto último es Porsche, quienes en su división Porsche Classic cuenta con entorno a 20 piezas destinadas a sus modelos clásicos, piezas de recambio de plástico, acero o aleación que ya se encuentran descatalogadas, como la palanca que libera el embrague en el Porsche 959.

Pero no son solo los clásicos de Porsche los únicos en beneficiarse de las ventajas de la fabricación aditiva, ya que junto para los prototipos esta tecnología resulta muy interesante a nivel técnico y económico en sus coches especiales de serie limitada así como para la competición, ya que permite que los clientes de Porsche puedan instalar en sus vehículos piezas totalmente personalizadas que además le dan un toque único. Otro ejemplo para este apartado es que, desde mayo, se encuentra disponible un asiento con la forma del cuerpo que se puede instalar en los modelos 911 y 718 que es fabricado mediante impresión 3D.

Ahora Porsche va un paso más allá en la utilización de la impresión 3D mediante la cual ha diseñado y creado los nuevos pistones para el 911 GT2 RS, fabricados con polvo de metal de gran pureza sobre el que se ha utilizado un proceso de fusión láser del metal (LMF), lo que se traduce en que un rayo láser que calienta y funde la superficie del polvo según el contorno de la pieza, para una vez creado pasar un proceso de calidad y capacidad rendimiento que se ha validado utilizando la tecnología de medición de Zeiss.

¿Y realmente merece la pena confiar un elemento tan crítico como los pistones a la impresión 3D? Pues desde Porsche lo tienen realmente claro, ya que estos pistones cuentan con una mejor estructura que se ha optimizado para las cargas que soporta y es que, recordemos, el Porsche 911 GT2 RS es una auténtica bestia de los circuitos que genera 700 CV de potencia y 750 Nm de par motor. Por su diseño cuentan ahora con un conducto de refrigeración integrado y cerrado situado en la corona del pistón y que no podría haberse hecho de manera convencional, además de ser un 10% más ligeros que los forjados y permitir un aumento de potencia de 30 CV a la par que se mejora la eficiencia.