La importancia del sensor de temperatura de la refrigeración del motor
Los motores han evolucionado de manera espectacular a lo largo de los años, así que existen elementos que antes no estaban presentes y que forman parte de la mecánica que permite funcionar al bloque de manera eficiente y sin problemas. Este grado de complejidad ha hecho que sea cada vez más complicado tenerlo todo controlado y muchas veces desconocemos la importancia de alguno de estos elementos que le dan forma y que hacen funcionar el coche.
Los motores han evolucionado de manera espectacular a lo largo de los años, así que existen elementos que antes no estaban presentes y que forman parte de la mecánica que permite funcionar al bloque de manera eficiente y sin problemas. Este grado de complejidad ha hecho que sea cada vez más complicado tenerlo todo controlado y muchas veces desconocemos la importancia de alguno de estos elementos que le dan forma y que hacen funcionar el coche.
En el motor se encuentra el sensor de temperatura de la refrigeración del motor, un pequeño sensor que resulta fundamental para tener controlado el buen funcionamiento del mismo. Básicamente, este sensor controla la temperatura del líquido refrigerante y permite que se inyecte el combustible al motor de una manera más eficiente, variando la proporción de combustible y aire según la temperatura de funcionamiento.
La importancia de la temperatura del líquido refrigerante
Cuando se arranca el coche en frío, el combustible entra en los cilindros y allí se encuentra con una temperatura muy baja, que requiere algo más de combustible para que la combustión se realice de manera óptima. Un exceso de aire o una cantidad insuficiente de combustible puede hacer que el motor no sea tan eficiente como debe y que el consumo se dispare de manera que cause problemas en su funcionamiento. Este sensor ayuda a determinar la temperatura del refrigerante y permite regular de manera automática la mezcla producida.
La inyección electrónica está conectada con este sistema, de manera que la información recogida por este sensor se transmite hasta el lugar donde se regula la inyección y que gestiona la mezcla que llega hasta el motor. Cada vez que se registra un cambio en esa temperatura, se realizan las modificaciones necesarias para que el motor funcione de manera mucho más eficiente y no existan problemas en la combustión.
Problemas derivados de los fallos del sensor
Se trata de un elemento sumamente importante para que el motor funcione de manera correcta y hay que tener en cuenta que cualquier problema en su funcionamiento puede causar una serie de problemas que repercute en el normal funcionamiento del motor. Si la información no llega de manera correcta a la central de control, no se realiza la mezcla ajustada a las necesidades reales del motor y la combustión falla, haciendo que sea insuficiente o supere lo necesario, forzando el funcionamiento del motor.
Este pequeño sensor es fundamental para el correcto funcionamiento del motorAlguno de los problemas que pueden surgir con el mal funcionamiento del sensor de temperatura del motor puede ser un consumo excesivo de combustible, que el motor sea inestable durante el ralentí, dificultades para arrancar el motor en frio o incluso que el ventilador que ayuda a refrigerar el motor no se active cuando es realmente necesario, creando una situación de riesgo que puede dañar seriamente el motor.
El sensor de temperatura del líquido refrigerante no es el único que funciona en el motor, ya que existen otros que también aportan información sobre la temperatura del motor, pero que se utilizan para realizar otro tipo de acciones en el normal funcionamiento del coche. Cada uno de ellos resulta tan importante como este para que el motor trabaje a la temperatura adecuada y no existan problemas en su funcionamiento.
Ante cualquier duda sobre el correcto funcionamiento de cualquiera de estos sensores, como la existencia de tirones en las aceleraciones del coche, un sobrecalentamiento en el motor, puede ser que se trate de la existencia de problemas en el sensor, que no ajusta correctamente la mezcla de combustible y aire en los cilindros. Una visita al taller a tiempo puede evitar que el fallo de este pequeño elemento supongo un serio castigo para el motor.
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