Honda CR-V 2015, presentación y prueba en Barcelona
El CR-V es uno de los productos más importantes y relevantes de la gama de Honda. Por eso, y coincidiendo con la aplicación de un ligero restyling estético, la marca ha aprovechado para incorporar un nuevo motor 1.6 i-DTEC biturbo de 160 CV junto con una transmisión automática de 9 velocidades. Aumenta también la carga tecnológica tanto de confort como de seguridad.
El Honda CR-V, uno de los modelos más importantes para la marca japonesa, se renueva de cara al 2015 que acabamos de estrenar.
Y lo hace con un diseño más refinado y con unas características técnicas mucho más avanzadas. Nosotros ya lo hemos probado. ¿Nos acompañas a descubrirlo?
El CR-V es un modelo de dilatada trayectoria dentro de las andanzas de Honda en el mercado europeo. En España el CR-V llegó en el año 1997, lo que supone una historia de 18 años en nuestro país. Si ampliamos más las miras, descubrimos que el CR-V comenzó a comercializarse en otros mercados en 1995, lo que supone ni más ni menos que 20 años de ventas.
Tal es la importancia del CR-V para Honda en España, que es el modelo más vendido de la compañía japonesa en nuestro país, superando ampliamente a modelos como el Civic, muy conocido y popular. De hecho, para este 2015, la marca tiene unas previsiones de ventas de unas 5000 unidades de CR-V, lo que supondría un incremento de, aproximadamente, el 7% respecto a 2014.
Diseño exterior: cambios sutiles pero eficaces
El aspecto externo del CR-V 2015 ha sufrido algunos cambios que le ayudarán a mantener -y superar- los niveles anteriores de ventas. Para empezar, el frontal muestra unas líneas más agresivas, con unos grupos ópticos rediseñados bien integrados en la estructura de la parrilla. Además, el paragolpes cuenta ahora con más elementos visuales en posición horizontal, que mejora la percepción de anchura del vehículo.
La vista lateral es prácticamente idéntica al CR-V que se ha vendido hasta ahora a excepción del nuevo diseño de las llantas de aleación. En la parte trasera, se han insertado molduras cromadas de mayor tamaño que unen los pilotos, ubicados sobre el pilar C. Además, el paragolpes cuenta con un diseño más agradable a la vista.
Diseño interior: detalles que marcan la diferencia
En el interior las variaciones son, si cabe, aún más escuetas que en la carrocería. Las líneas maestras se mantienen inamovibles, si bien se ha mejorado la calidad de algunos plásticos para hacerlos más agradables tanto a la vista como al tacto. Además, según los responsables de Honda, se ha buscado una mejora en el confort sonoro del vehículo, algo que se ha conseguido con medidas como el refuerzo del aislamiento en las puertas y salpicadero, lo que hace que, en conjunto, el habitáculo del CR-V sea ahora un 6% más silencioso que antes.
Además, se ha mejorado el tacto de botones e interruptores, haciéndolos más apetecibles. La ergonomía ha dado un paso adelante con la reubicación de algunos mandos. Mantiene las fantásticas cualidades de espacio que hasta ahora han caracterizado al SUV japonés.
Tecnología: de los más avanzados de su clase
Honda ha hecho hincapié en mejorar la carga tecnológica del CR-V, algo que podemos confirmar sin temor equivocarnos. Para empezar, el CR-V equipa ahora un sistema de infoentretenimiento de los más avanzados del mercado. Denominado Honda Connect, está construido sobre el sistema operativo móvil Android, lo que aporta fluidez y compatibilidad con multitud de funciones. El sistema reacciona de forma muy rápida a las acciones táctiles, ya que además reconoce gestos como los de deslizar, pinchar o, incluso, pellizcar. Cuenta con una pantalla a color de alta resolución que, según versiones, incorpora un navegador firmado por Garmin, así como aplicaciones varias o compatibilidad Mirror Link.
Otro de los aspectos que ha mejorado ha sido la seguridad activa. Aquí también estamos de estreno, puesto que Honda ha incorporado a este modelo lo que viene a llamar Honda Sensing. Se trata de un conjunto de sistemas proactivos que trabajan en conjunto para mejorar la seguridad del coche y del entorno, evitando en la medida de lo posible los accidentes. El Honda Sensing está comandado por una cámara situada en la luna delantera y un radar de ondas milimétricas colocado en el frontal del vehículo. Actuando en conjunto, da como resultado el i-ACC, el primer control de crucero adaptativo inteligente del mercado, que predice los movimientos de los vehículos que nos rodean, analizando su comportamiento y actuando en consecuencia. Además, es posible disfrutar de sistemas como el LKAS (asistente de cambio de carril), el CMBS (sistema de mitigación de impactos), o el avisador de ángulo muerto.
Técnica: nuevo motor, nueva transmisión y una conducción más agradable
Uno de los puntos clave del CR-V 2015 es la incorporación de un nuevo conjunto motriz compuesto por un motor diésel 1.6 i-DTEC de 160 CV y una transmisión automática de 9 velocidades. Centrándonos en la primera parte de la ecuación, Honda ha evolucionado el actual 1.6 i-DTEC de 120 CV que tantas alegrías le está dando para alcanzar los 160 CV. Gracias a la sobrealimentación mediante un sistema de doble turbocompresor, el 1.6 i-DTEC 160 sustituye al anterior 2.2 i-DTEC de 150 CV. El nuevo motor ofrece 160 CV y 350 NM, con unos consumos muy bajos -en nuestra toma de contacto, en todo tipo de carreteras, obtuvimos 6 litros de consumo medio-. Además, es capaz de cumplir la estricta norma Euro 6 sin necesidad de AdBlue.
El segundo punto clave es la transmisión. Construida por ZF pero con gestión y puesta a punto de la propia Honda, esta caja de cambios supone un gran avance respecto a la anterior automática de 5 velocidades. Tiene un tamaño realmente compacto para ser un convertidor de par, rebajando además 30 kg de peso respecto a su antecesora. Su funcionamiento es muy suave. Prácticamente parece que no hay marchas, ya que las inserciones son rápidas, sin interrupciones. Además, suaviza más incluso el funcionamiento del motor, eliminando cualquier tipo de aspereza. Es un conjunto realmente interesante, y desde aquí lo recomendamos fervientemente.
El chasis del CR-V, que básicamente es el mismo que el de su antecesor, ha sido convenientemente puesto a punto con los refuerzos de dirección y suspensión, lo que ha eliminado cualquier atisbo de «barqueo» y balanceo en ritmos rápidos. Si le buscamos las cosquillas al coche, recibiremos un subviraje fácilmente subsanable.
Fotografías | Daniel Valdivielso
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