Elon Musk ya ha enviado un Tesla Model S a Nürburgring para arrebatarle el título al Porsche Taycan, y todo apunta a que así ha sido.
Hasta el último descanso con el Tesla Model S convertido en coche fúnebre
Un especialista en vehículos fúnebres ha trabajado sobre un Tesla Model S para convertirlo en un coche fúnebre, con todas las características del popular modelo
Que los coches propuestos por Tesla son una innovación total y que todos los usuarios de este tipo de vehículos eléctricos están encantados con ellos es un hecho. Así que no nos tiene que extrañar que, al igual que ocurre con otras marcas, los preparadores especializados en ellas se esfuercen para obtener nuevas versiones personalizadas para distintos usos. ¿Por qué no para ser utilizado como coche fúnebre?
Es lo que ha pensado el especialista en vehículos funerarios BINZ, que ha trabajado sobre un Tela Model S y ha creado el vehículo eléctrico definitivo para viajar hasta el lugar del último reposo en silencio, respetando el medio ambiente y con el confort que merece el usuario de este tipo de coches. Un Model S convertido en vehículo funerario que sigue toda la estética del popular modelo, aunque con cambios sustanciales.
Un coche eléctrico para el último viaje
El Tesla Model S convertido en el BINZ.E mantiene todas sus características, aunque ha sufrido alguna modificación para poder adaptar la carrocería a su uso. Entre otras cosas se ha incrementado la distancia entre ejes para poder acoger el féretro y realizar el servicio de manera adecuada. Con la modificación, los dos ejes están separados por 3,8 metros, lo suficiente para poder modificar con éxito la parte trasera.
La longitud de esta variante del Tesla Model S es de 5,82 metros y la parte trasera se ha adaptado para poder cumplir con su función y ha sido necesario incrementar la longitud. El portón trasero, adecuado para acceder a la parte trasera, tiene un sistema de apertura electrónico, así que es muy cómodo para los empleados de la funeraria. El interior es amplio y cumple con toda la normativa al respecto, con una base deslizante con un motor eléctrico para ayudar a la carga y descarga, así que se trata de una buena alternativa para realizar este servicio con todo el respeto al medioambiente.
La arquitectura ha cambiado y el peso se ha incrementado también, así que el gran perjudicado ha sido la autonomía del vehículo. Esta se ha reducido hasta los 350 kilómetros, algo más de la mitad de lo que tenía el coche en un principio. Esta cifra no es un problema en principio, ya que se trata de vehículos para que usen en recorridos cortos y con esta autonomía les sobra para moverse con libertad.
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