Hamann pervierte el Range Rover Supercharged
El aspecto exterior acentúa su carácter intimidante desde la última versión del SUV. También hay pequeños incrementos de potencia en el apartado mecánico.
Resultaba extraño que el preparador alemán se hubiera olvidado de ponerse manos a la obra con la última variante del Range Rover, el cual se actualizó el año pasado. El retraso se ha debido a que estaba ocupado con el Cyrano, el programa de modificaciones para el Porsche Panamera. Pero los propietarios del mastodonte de Land Rover que busquen el toque que solo sabría darle Hamann ya no tendrán que esperar más.
Con respecto al anterior facelift del Range Rover, la actual apariencia la adorna el preparador con las imprescindibles tiras de LEDs, que hoy en día no pueden faltar en este tipo de trabajos. El parachoques delantero posee más entradas de aire que antes, que mantienen la expresión agresiva. Los guardabarros se han cambiado por otros con hendiduras, mientras que los faldones deportivos incrementan la anchura del coche 60 milímetros delante y 70 detrás.
El parachoques trasero pasa a tener entradas de aire adicionales al modelo de 2006, aunque pierde por el camino dos salidas de escape y las que quedan se desplazan al centro. En opción se puede encargar un alerón trasero de fibra de carbono para mejorar la aerodinámica y la estabilidad a alta velocidad. Para el interior Hamann sigue ofreciendo una infinidad de combinaciones de colores y materiales que el progenitor biológico de este SUV no abarca.
Las cifras de rendimiento del bloque 5.0i V8 sobrealimentado original se incrementan ligeramente: la potencia sube a 530 CV (20 más) y el par motor máximo de 660 Nm (35 más) lo alcanza a 2.600 revoluciones. Gracias a esta preparación, el Range Rover pasa de 0 a 100 km/h en seis segundos y llega a los 227 km/h.
Fuente | Hamann
Deja un comentario