Hamann hace del nuevo M5 una bestia menos discreta
A los accesorios externos que le dan una apariencia agresiva hay que sumar los más de 700 caballos de potencia que entrega ahora el motor V8.
Si el BMW M5 ha tenido una característica a lo largo de sus generaciones es que es un auténtico lobo con piel de cordero: puede adelantar a algunos de los mejores deportivos y mantener su aspecto familiar. Pero el preparador alemán Hamann sabe que tipos de clientes y sus gustos hay como peces viven en el mar. Por eso ha preparado una vez más un paquete de modificaciones destinado a aquellos que quieren ver solo un lobo.
Y desde luego por fuera el efecto está más que conseguido. Los cambios comienzan en un ensanchamiento de las aletas delanteras de 25 milímetros y de 30 en las traseras. Delante se aprecia que los «riñones» han sido pintados de negro, al paragolpes frontal le ha salido un spoiler para mejorar la aerodinámica y tiras de LED para hacerlo más llamativo, y el logotipo ha sido convenientemente reemplazado.
En el lateral se ven los nuevos faldones deportivos, retrovisores con carcasas que imitan fibra de carbono, tiradores de las puertas en negro y las llantas exclusivas Edition Raced «Anodized» de aluminio ultraligero pintadas en negro antracita. Finalmente, detrás es incluso más intimidante con dos alerones, uno en el techo y otro sobre el maletero, y las bocas de aire adicionales para el paragolpes.
El habitáculo es más discreto y los elementos nuevos más llamativos son los acabados en aluminio, los pedales de este material y la tapicería de cuero. En cuanto a modificaciones técnicas, la más importante se encuentra en el motor. El V8 biturbo incrementa su potencia desde los 560 CV hasta los 720 y su par máximo sube a los ¡900 Nm! Por supuesto, para controlar estas mejoras se ha modificado la dirección y la suspensión, cuyos muelles tienen una altura rebajada en 30 milímetros.
Fuente | Hamann
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