GM no consigue decidir cómo diferenciar más a Chevrolet de Opel
El director general de la marca de la pajarita, Thomas Sedran, no ve signos de superposición preocupante entre ambas gamas. Todo lo contrario a la postura del consejero delegado de la alemana, Karl-Thomas Neumann, quien señala al Chevrolet Trax como uno de los ejemplos más evidentes de productos solapados.
Aunque el bautizo del Opel Adam como Buick ha sido uno de los comentarios más curiosos del Salón de Frankfurt, en realidad General Motors tiene otras prioridades más urgentes en Europa. Las ventas siguen sin mostrar las cifras necesarias para la recuperación de su división en nuestro continente. Ni siquiera Chevrolet, que daba menos quebraderos de cabeza que Opel, se ha librado de un descenso del 22% en la EU y la AELC en agosto.
Una de las soluciones que se está gestando en la cúpula de GM es un posicionamiento más adecuado para ambas marcas. Aunque las intenciones iniciales del grupo era elevar progresivamente el nivel de Opel para darle un aire pseudo-premium, por ahora la situación no ha mejorado. Chevrolet todavía sigue pisándole a la firma alemana en determinados puntos de su gama. El problema es que los ejecutivos de General Motors difieren en la gravedad de la situación.
El presidente y director general de Chevrolet Europa, Thomas Sedran, no ve indicios de una superposición preocupante en los productos de Opel. Según las investigaciones del fabricante, solo entre un 5 y un 12 por ciento de sus compradores tenían a la alemana como una de sus tres primeras alternativas. El consejero delegado de Opel, Karl-Thomas Neumann, posee un punto de vista bastante más negativo.
El ejecutivo alemán sí cree que sendas gamas padecen de más modelos solapados de los que deberían. El primero que le viene a la mente, el que más le incomoda, es el Chevrolet Trax. Su concepto se diferencia demasiado poco del Opel Mokka, 2.000 euros más caro. «Los productos que queremos hacer en el futuro deberían mostrar más diferencias y de mayor profundidad que estos dos», declaró Neumann a Automotive News en una entrevista.
La cúpula global de General Motors está presionando para que Chevrolet se recupere del bajón en Europa, y confía en Sedran para cumplir esta misión. Pero el ejecutivo de Augsburgo lo tiene todavía más complicado, porque GM tampoco quiere que ese incremento de ventas de Chevrolet perjudique a Opel y la alemana vuelva al agujero en el que estaba. Los dilemas surgidos son, por tanto, comprensibles, si bien no es conveniente que permanezcan mucho tiempo en los despachos.
Vía | Automotive News
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