Ford maltrata a fondo al nuevo Ranger 2019 antes de su lanzamiento

Ford quiere cerciorarse de que no queda ningún cabo suelto y que la nueva entrega de su pick-up cumple con todos los elevados estándares de calidad y fiabilidad que la marca del óvalo ha impuesto en el pliego de condiciones del nuevo Ranger, y muy especialmente con los de durabilidad establecidos en el Ford Built Tough, la normativa de construcción resistente que el fabricante americano aplica en todos sus modelos y sobre todo, en aquellos que como el Ranger han de pasar más de media vida fuera del asfalto.

Desde los test más simples a la extrema dureza de las pruebas robóticas —aquellas realizadas con robots y mecanismos artificiales que resultan especialmente duras para ser efectuadas por humanos— en los laboratorios, a las más exigentes pruebas de conducción y resistencias sobre todo tipo de terrenos. Ford no está dejando nada al azar para comprobar la dureza, resistencia y fiabilidad del nuevo Ranger 2019, un modelo en el que Ford que está incluso yendo algo más allá en su programa de comprobación que con el mítico F-150.

“Torturamos específicamente todos y cada uno de los componentes del nuevo Ranger 2019. Desde su estructura de aceros de alta resistencia hasta su motor EcoBoost, así como los asientos, tanto los tapizados en cuero como en tela. Lo revisamos y comprobamos todo varias veces para asegurarnos de que el nuevo Ranger está listo para afrontar cualquier desafío en cualquier momento del año y sobre casi cualquier terreno”, afirma Rick Bolt, ingeniero jefe del proyecto Ford Ranger.

Bajo los mismos estándares de calidad, durabilidad y resistencia que Ford aplica al desarrollo del F-150 —tradicionalmente uno de los modelos más duros y resistentes presentes en el mercado desde hace generaciones— el nuevo Ranger está recorriendo el mundo buscando los emplazamientos y carreteras más exigentes para un vehículo. Temperaturas extremas, pasos imposibles,… incluso hasta las pruebas de maniobrabilidad que un vehículo de su clase y tamaño puede verse requerido a efectuar en la gran ciudad son comprobadas y verificadas por los ingenieros de la marca del óvalo para garantizar que el nuevo Ranger las supera sin complicaciones.

El Ford Ranger se enfrenta a las pruebas más exigente en Nebraska

En Ford Proving Grounds (Silver Creek, Nebraska, EE.UU.), centro de pruebas por el que pasan todos los modelos del fabricante americano antes de iniciar su comercialización en los diferentes mercados mundiales a los que van destinados, un Ranger cargado con más peso del habitual supera una y otra vez la brutal pista de pruebas que simula todos los tipos de baches y obstáculos que un coche puede encontrar en la carretera, recibiendo fuertes impactos en su tren rodante. Impactos tan brutales a veces que incluso para realizar las pruebas se recurre a controladores robóticos en lugar de humanos para que estos no se lastimen ni sufran daños durante la realización de las mismas.

Mientras, en los laboratorios del centro de pruebas se somete al coche ya terminado a brutales experiencias, como la que le somete durante días a todo tipo de tensiones y micromovimientos para controlar que las vibraciones y las exigencias sobre el chasis no afectarán al Ranger ni al ajuste de sus componentes.

Sobre carreteras reales, la pick-up prueba en condiciones normales de circulación su capacidad de remolque, tanto a bajas como altas temperaturas ambientales y bajo las extremas condiciones que se dan en determinados parajes de todo el mundo. En concreto, el nuevo Ranger sufrió las inclemencias del extremo calor y las fuertes pendientes de las carreteras de la presa de Davis cerca del desierto de Arizona o del árido Outback Australiano, donde se le sometió a los rigores de una continuada circulación bajo intensas y asfixiantes nubes de polvo sobre terrenos abruptos.

Nuevo diseño adoptando un motor EcoBoost

La nueva Ranger ofrece una nueva imagen frontal más actualizada, con un nuevo diseño de sus ópticas delanteras y una parrilla de menores dimensiones. Entre las novedades tecnológicas que incorpora el nuevo modelo está el nuevo pack de tracción FX4 Off Road, que incluye llantas de nuevo diseño, así como nuevos reglajes y adaptaciones tanto en los amortiguadores como en el resto de los elementos de la suspensión , pensando especialmente en un uso más off road del vehículo.

Hasta el momento, el nuevo Ranger dispondrá bajo su capó del 4 cilindros 2.3 litros EcoBoost que se ofrecerá acoplado a una transmisión con 10 relaciones de marcha. Este motor cuenta con tecnología Start&Stop de serie y cumple con las normativas de consumos y emisiones. Incorpora igualmente el Terrain Management System, que habilita hasta cuatro posibles modos de conducción (normal, nieve, barro y arena), y el sistema Trail Control, mediante el cual el conductor puede modular también en conducción off road el nivel de aceleración y de frenada.

Ford ofrecerá para el Ranger 2019 tres niveles de acabado (XL, XLT y Lariat) a las que se sumará la serie especial Raptor dotada de superiores prestaciones. El Ranger estará disponible en distintas configuraciones de cabina (SuperCab y SuperCrew), con capacidad para hasta cinco pasajeros a bordo. Tecnologías como el asistente de mantenimiento de carril con aviso de cambio de carril, el sistema de ayuda al aparcamiento, detección de peatones, control de velocidad adaptativo o el de información sobre los puntos ciegos estarán disponibles en el equipamiento de las versiones superiores de la gama. Y tratándose de Ford, no podía faltar un buen sistema de infoentretenimiento a bordo. Los pasajeros dispondrán de distintos equipos (entre ellos un Bang & Olufsen para la versión tope de gama) dotados con el sistema SYNC 3 de conectividad, compatible con Apple CarPlay y Android Auto.

Y pensando en que se trata de un coche cuya principal uso será a campo abierto, también cuenta con sistema wifi que permite conectividad hasta a 15 metros de distancia del coche.