Ford presenta la tercera generación del Focus en el Salón de Detroit
La muestra automovilística estadounidense se inaugura hoy y la firma del óvalo azul ha querido comenzarlo revelando ya la información y las imágenes del nuevo Focus en sus versiones de cinco y cuatro puertas. Esta generación volverá a ser global, como lo fue la primera y al igual que el nuevo Fiesta. Comenzará a fabricarse […]
La muestra automovilística estadounidense se inaugura hoy y la firma del óvalo azul ha querido comenzarlo revelando ya la información y las imágenes del nuevo Focus en sus versiones de cinco y cuatro puertas. Esta generación volverá a ser global, como lo fue la primera y al igual que el nuevo Fiesta. Comenzará a fabricarse en Europa y Estados Unidos a finales de este año y se lanzará en esos mercados a principios de 2011. Más tarde se comercializará también en otros países de África, América y Asia.
El nuevo Focus es el siguiente de los 10 productos que tiene pensados Ford aprovechar de su plataforma C, siendo los primeros los nuevos C-Max y Grand C-Max que presentó en el pasado Salón del Automóvil de Fránkfurt en septiembre de 2009. Dado que su objetivo es el mercado global, los diseñadores han querido combinar rasgos de los diferentes continentes para poder satisfacer a los clientes de cada mercado, pero sin olvidar el estilo «Kinetic» que tantos éxitos le está cosechando.
En general, las líneas de la tercera generación del Focus poco tienen que ver tanto con la anterior de la variante europea como la de la americana. En el frontal predominan las tres enormes entradas de aire bajo la parrilla delantera, la cual está dividida por una franja cromada que está coronada por el óvalo de Ford. Por otro lado, los faros alargados y envolventes son una mezcla entre los del Focus europeo anterior y el Fiesta.
El lateral posee rasgos deportivos gracias a los pasos de rueda ensanchados y la línea ascendente de las ventanillas, que terminan su recorrido en un pilar C con una inclinación suave que recuerda al de un coupé. En cuanto a la zaga, en el caso del Focus de cinco puertas es difícil obviar los gigantescos pilotos traseros, que se prolongan tanto hacia arriba por el portón como por el ensanchamiento lateral de la carrocería. Además, se encargan de ocultar el tapón del depósito de la gasolina en el lado derecho del vehículo.
La trasera de la variante de tres volúmenes posee unos faros, también de gran tamaño, reminiscentes de los de los Mondeo y Galaxy. La altura y largura del maletero que se aprecian desde el exterior parece prometer un volumen de carga considerable, y los detalles de su diseño permiten que su integración en la carrocería resulte muy natural y no tan forzada como le ha ocurrido a otros modelos de cuatro puertas.
La carrocería se ha fabricado con nuevos aceros de alta resistencia, presentes en más de la mitad del coche. Estos ayudan a mejorar la seguridad de los ocupantes además de aumentar la rigidez torsional, que crece en un 25 por ciento con respecto al anterior Focus norteamericano, pero sin por ello aumentar el peso total del coche.
Ya en el habitáculo lo primero que salta a la vista es que el salpicadero, el volante y la estructura de la consola central son idénticos a los de los nuevos C-Max y Grand C-Max. El resto difiere por el diseño de las salidas de aire, los botones de la consola y algunos acabados que dependerán del nivel de equipamiento. En general, el interior destaca por un aspecto muy personal, el gran equipamiento tecnológico disponible y la sensación de calidad resultado del gran esfuerzo que Ford ha hecho para cumplir con las exigencias de los clientes de todos los mercados. Se nota, por ejemplo, en un nuevo sistema de aislamiento de ruidos que mejorará el confort de marcha.
Uno de los puntos fuertes del Focus ha sido siempre, como en otros modelos de Ford, el excelente manejo que ofrecen las configuraciones de la dirección y la suspensión. En la nueva generación se ha mejorado el diseño de elementos como la suspensión trasera multibrazo «Control-Blade», la dirección asistida electrónica para dar una respuesta precisa tanto a altas velocidades como durante maniobras de aparcamiento, o un nuevo sistema de control dinámico del agarre en curvas (Dynamic Cornering Control System) que reduce el subviraje y mejora la tracción en los giros.
Con respecto a la gama de motores, Ford anuncia unos cuantos propulsores EcoBoost de cuatro cilindros turboalimentados con inyección directa. A Europa llegará un 1.6 de gasolina así como unos cuantos diésel TDCi Duratorq con tecnología common-rail que ofrecerán un consumo de gasolina entre un 10 y un 20 por ciento menor al que tienen los actuales. En Norteamérica recibirá un 2.0 TI-VCT que tendrá una potencia un 20 por ciento superior y un consumo reducido un 10 por ciento con respecto a los del 2.0 Duratec que reemplaza.
La transmisión que poseerá esa motorización será la automática Powershift de doble embrague seco con seis velocidades. Finalmente, Ford anuncia que en 2011 se lanzará en Norteamérica una variante totalmente eléctrica del Focus, la cual se producirá en su planta de Michigan. No se llega a decir si va a salir a otros mercados en algún momento.
El equipamiento tecnológico vendrá cargado de sistemas que faciliten a los ocupantes el control de las funciones del ordenador de a bordo, navegador o conexión Bluetooth entre otros. Uno de ellos es el MyFord, que en el caso de los niveles altos de equipamiento se aprovechará de una pantalla táctil de 8 pulgadas en la consola central para disponer todos los menús de los diferentes sistemas. Otro es el conocido SYNC, cuya nueva generación aumenta el número de dispositivos que se pueden conectar y actualiza el sistema de control por voz. También se podrán equipar un sistema de apertura sin llave, otro de semi-aparcamiento automático o cámara de visión trasera.
La versión europea del Focus, aunque no vaya a diferir en casi nada, podría debutar en marzo en el Salón de Ginebra. Hasta entonces os dejamos con las fotos de las variantes norteamericanas:
Fuente | Ford
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