El Ford Mustang GT se vuelve más americano en Europa gracias a Wolf Racing y a sus 745 CV

Si eres un amante de los coches americanos seguro que también lo eres del Ford Mustang, uno de los pioneros de lo que se conoce como muscle car. Sin embargo, fue durante varios años los que la firma del óvalo nos vetó la compra del Mustang pero, tras escuchar nuestras súplicas, nuestros sueños se hicieron realidad. De esta forma, el Ford Mustang aterrizaba en Europa en el año 2015 con dos variante, dejando a las de apellido Shelby en el continente americano pero el preparador Wolf Racing ha querido ponerle solución a dicho problema de una manera realmente llamativa.

Actualmente en Europa podemos hacernos con el más comedido Ford Mustang EcoBoost o con el tradicional GT junto a su motor Coyote. Sin embargo, el preparador teutón ha querido ir más lejos y alcanzar cifras reservadas para las versiones de apellido Shelby, provocando que en el Viejo Continente también podamos disfrutar de un vehículo aún más radical y bestia.

Como viene siendo habitual, los cambios que ha padecido el Ford Mustang de la mano de Wolf Racing no son meramente mecánicos. A nivel exterior podemos apreciar una serie de modificaciones capaces de alterar la estética y de gritar a los cuatro vientos que no estamos ante un Mustang normal y corriente. Para ser más exactos, unas llantas de 21 pulgadas, una serie de vinilos y un alerón tipo ducktail rematado en fibra de carbono se encargan de realzar el aspecto del muscle car por excelencia.

Wolf Racing también ha querido aprovechar la situación para alterar la suspensión, añadiendo una de tipo coilover ajustable que permite reducir la altura de la carrocería en 30 mm. De esta forma no solo se consigue un aspecto deportivo, sino también una sustancial mejora en el comportamiento dinámico, muy necesaria por otra parte para poder administrar correctamente su nueva potencia.

Y es que la compañía germana ha conseguido que el Ford Mustang se convierta en una nueva bestia, la cual deja muy atrás a los 450 CV que produce el V8 de 5.0 litros cuando abandona la factoría. Gracias a la presencia de un sobrealimentador Edelbrock, el ponycar se encuentra en la tesitura de producir 745 CV de potencia y 880 Nm de par, cifras que lo catapultan hasta los 100 km/h en 4 segundos y que le permiten superar la barrera de los 300 km/h.

Lo más llamativo de esta modificación es que sigue permitiendo gozar a sus potenciales dueños de esa magnifica relación potencia-precio que ofrece el Ford Mustang. Y es que los señores de Wolf Racing dejarán que esas prestaciones pasen a estar bajo nuestro dominio por el desembolso 94.440 euros, una cifra que se antoja alta si la comparamos con los poco más de 49.000 euros que cuesta la variante GT estándar pero que se aleja drásticamente de vehículos de similar potencia, como el Lamborghini Aventador S.