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Ford Mustang Shelby GT500, el Predator pasa por las manos de Hennessey
El sintonizador texano ha trabajado sobre el motor del Ford Mustang Shelby GT500, conocido como Predator para convertirlo en Venom, con más de 1.000 CV.
El Ford Mustang Shelby GT500 recibe el nombre de Predator. Es un coche formidable que hace que los conductores puedan disfrutar de una experiencia única al volante. Unas prestaciones que se traducen en una potencia de 760 CV y un par máximo de 850 Nm gracias al motor sobrealimentado de 5.2 litros. La potencia que ofece este modelo de alto rendimiento de Ford no está muy lejos de lo que ofrece un Lamborghini Aventador SVJ, así que no es cualquier cosa.
Pero incluso esa considerable potencia no es suficiente para los personalizadores de Hennessey, que han querido darle un toque diferente al coche. Así, han trabajado en el motor para hacer que esa potencia sea todavía mayor. Para conseguirlo ha modificado el motor añadiendo alguna pieza extra y sustituyendo otras por versiones más atractivas y que mejoran el rendimiento. El resultado ha sido un motor que alcanza una potencia de 1.000 CV y un par máximo de 1.152 Nm.
Para alcanzar esas cifras, el Mustang Shelby GT500 ha de ser alimentado por combustible E85, pero no importa. El Predator se ha reinventado y se ha convertido en un superdeportivo de pleno derecho que ahora se llama Venom. Esa potencia no es algo a desdeñar, así que se ha tenido que reforzar también la transmisión de doble embrague que equipa, para tener controlado el poder que desarrolla el modelo.
En el vídeo se puede ver cómo el Mustang Shely GT500 modificado por Hennessey se mueve con soltura por la pista que la compañía tiene en Texas. Lo que observa en las imágenes es el ritmo de aceleración, que normalmente solo está presente en los superdeportivos más intensos del mercado y que permite al conductor disfrutar de una interesante experiencia en circuito.
Eso sí, para circular por carretera, esta versión puede quedar bastante por encima de lo que exigen la mayoría de los conductores de un Shelby. ¿Es solo para disfrutar en circuito? Pues posiblemente será el único lugar donde se puede conseguir toda la fuerza que esconde bajo el capó, pero ¿quién puede negarse a conducir al Venom en su día a día?
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