Un Ford Mondeo que pesa como un Fiesta
Ford ha presentado, en colaboración con el Departamento de Energía de los Estados Unidos, un prototipo aligerado creado sobre un modelo de producción. Se trata de un Mondeo que, gracias a diversas técnicas de reducción de peso, consigue parar la báscula en sólo 1.195 kg.
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Ford ha presentado, en colaboración con el Departamento de Energía de los Estados Unidos, un prototipo de vehículo ligero aplicado a un modelo actual.
Se trata de un concept creado sobre un Ford Mondeo -Fusion en America-, al que han afinado al máximo para poder reducir su peso todo lo posible. Exteriormente no difiere de un Mondeo tradicional, sólo los vinilos y sus estrechos neumáticos nos avisan de que no estamos ante un coche «normal».
Pese a su aspecto, estamos hablando de un Mondeo que, en báscula, marca un peso de tan sólo 1.195 kg, lo que supone una reducción de 365 kg respecto al modelo equivalente actual. Esta reducción tan significativa redunda, sobre todo, en una mayor eficiencia de su propulsor 1.0 Ecoboost, que también sufre algunas variaciones para la ocasión. En este caso, el motor utiliza en mayor proporción el aluminio, empleando además otros materiales como la fibra de carbono.
La reducción de peso llega a todos los rincones del coche. Un ejemplo son los cristales, que ahora están creados con diferentes sustancias químicas que les permiten mantener las cualidades de cualquier vidrio, aligerando algunos gramos el peso. De hecho, la luna trasera ni siquiera es de cristal, sino que está fabricada en policarbonato.
En el chasis y carrocería de este prototipo podemos encontrar metales más ligeros, con un abundante uso del aluminio. El composite también se utiliza en varias partes del coche, como los asientos o el frontal.
Los neumáticos son extremadamente estrechos -al estilo de los del BMW i3-, con medidas 155/75, además de unas llantas de aleación ultraligeras. Por poner un ejemplo acerca de los métodos de aligeramiento que se han seguido en la creación del concept, los discos de freno no son de acero macizo, sino que están formados fundamentalmente por aluminio. Recubiertos por acero inoxidable, se consigue un ahorro muy notable en un elemento tan «simple».
Pese a que este prototipo es una realidad palpable, aún es demasiado pronto para que estas soluciones -o la mayoría de ellas- se apliquen a los vehículos de producción en un futuro cercano, ya que el precio se dispararía. Sin embargo, todo apunta a que el futuro de la eficiencia, y de los vehículos privados en general, camina en esta dirección.
Fuente | Ford
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