El Ford Focus ST hace acto de gala con la carrocería Sportbreak para buscarle las cosquillas al León Cupra ST

El sector de los compactos deportivos experimentó una época en la que también cedían sus mecánicas para dar vida a versiones familiares derivadas de ellos mismos, con el objetivo de ofrecer un intachable equilibrio entre deportividad y practicidad. Sin embargo, su baja demanda provocó que fuesen desapareciendo paulatinamente, pero todo a punta a que su resurgir está a la vuelta de la esquina con la llegada del nuevo Ford Focus ST Sportbreak, una variante que promete poner a modelos como el SEAT León Cupra ST entre la espada y la pared en sus últimos momentos de vida.

Fue hace unos meses cuando la firma del óvalo nos hacía participes de las primeras pinceladas de deportividad sobre su último Focus con la llegada del ST. Dichas siglas siempre han sido las encargadas de actuar como antesala del aclamado RS, por lo que la deportividad y precisión han sido fieles acompañantes del compacto americano en dicha variante.

Una estética más picante

Ahora, los ingenieros de Ford han querido aplicar esa misma filosofía sobre las carnes del Focus Sportbreak, la versión familiar del compacto. Con esta premisa, los potenciales clientes del ST podrán ampliar fronteras al acceder a esta nueva posibilidad, la cual ofrecerá la oportunidad de seguir disfrutando de esa deportividad pero, al mismo tiempo, gozar de un espacio y un confort digno de vehículos de mayor envergadura.

Estéticamente nos encontramos con las mismas soluciones que Ford ha aplicado sobre el Focus ST convencional para proporcionarle este toque distintivo. En una primera instancia, nos encontramos con un frontal más agresivo, sensación que provoca un splitter más acusado, una parrilla tipo panel de abeja encabezada por el logo ST, unas llantas de diseño específico y una doble salida de escape que anticipa un prometedor sonido.

Habrá un Focus ST Sportbreak diésel

A nivel mecánico sigue siendo el propulsor de 2.3 litros EcoBoost el encargado de dar vida al ST Sportbreak, motor capaz de erogar 280 CV y 420 Nm de par. Sin embargo y como novedad, la firma del óvalo ha querido ampliar el abanico de opciones a sus clientes, algo que han conseguido con la incorporación de una variante ST diésel que erogará 190 CV y 400 Nm de par que se extraen directamente de un propulsor de 2.0 litros EcoBlue.

Otras de las lindezas que podremos apreciar en esta variante familiar del Focus ST serán un cambio automático de siete velocidades en opción y un diferencial autoblocante de deslizamiento limitado. Será a lo largo de este verano cuando Ford ponga a la venta al Focus ST Sportbreak, una versión de la que aún se desconoce su precio de partida para el mercado español.