¿Te imaginas un Ford Focus RS haciendo de Taxi? Los noruegos sí

Color azul competición, capó y espejos retrovisores acabados en negro, asientos delanteros deportivos Recaro tipo bacquet, llantas de aleación de 15 radios y neumáticos de bajo perfil, alerón trasero sobredimensionado, deflectores aerodinámicos, escape deportivo, 268 km/h de velocidad máxima, 350 CV de potencia, aceleración 0-100 en 4,7 segundos, modo derrape de conducción y las conocidas e icónicas siglas RS que delatan su vocación claramente deportiva… Por mucho que te extrañe no se trata de las características de ningún coche de competición de alguna copa monomarca sino de las características de «Relámpago Azul».

Bajo ese apelativo es como los vecinos del pueblo noruego de Odda conocen al taxi con licencia R-210 que circula por las calles y carreteras de su municipio transportando a sus conciudadanos rápida y seguramente. Se trata de un todo un Ford Focus RS al que rápidamente su propietario Evald Jastad ha cambiado las llantas por unas deportivas O.Z. acabadas en blanco para hacerlo aún más llamativo.

Tengo una cliente que tiene 96 años a la que le encanta viajar en el coche«La gente lo oye cuando llega. Incluso personas con problemas de audición pueden oírlo llegar. Y personas que no pueden ver bien piensan que es fácil de ver y de reconocer el coche gracias a su atrevido color». Le llaman «Relámpago Azul» y es el primer Ford Focus RS que se homologa como taxi en todo el mundo.

«La mayoría de los clientes nos reconoce de inmediato y les gusta utilizar nuestro servicio«, afirma Jastad, un fanático de los vehículos deportivos y gran aficionado a la espectacular especialidad del Rallycross desde pequeño. «En Odda – dice Jastad —, muchas casas están situadas a lo largo de los fiordos, al lado de carreteras muy estrechas y reviradas. Así que mi RS es el coche perfecto para conducir en este entorno. Es un coche muy rápido. Y pasa de 0 a 100 en apenas 4,7 segundos».

Según Jastad, sus clientes agradecen la experiencia vivida a bordo y se bajan del coche deseando repetirla: «Me gusta conocer gente de todo el mundo y enseñarles mi ciudad en el Focus RS. Mucha gente necesita un taxi y más en una zona en la que el transporte público no siempre puede ayudarte, especialmente en el caso de la gente mayor. Tengo una cliente que tiene 96 años a la que le encanta viajar en el coche«.

«¡Me encanta viajar con él!», «Siempre va bien», «¡Guau!», «Mira esto», «¡Es increíble!», «¡Nunca antes había montado en un taxi así!», … son algunas de las expresiones que acuñan sus clientes tanto al ver el taxi como cuando se bajan de él. “A Odda llegan turistas de todo el mundo que disfrutan de su visita a los fiordos con el servicio de «Relámpago Azul»: «¡No sé donde mirar, si a las montañas, a las ovejas,… o al coche», dicen algunos de ellos.

«Mi estilo de conducción es equilibrado y tranquilo,… pero nadie puede impedirme acelerar rápidamente hasta alcanzar el límite de velocidad». Y eso les gusta a la mayoría de todos sus clientes, independientemente de su edad. «Dale caña, papá. Dale caña», es la frase que su primer cliente del día, su propio hijo de apenas 3 años y medio, no deja de repetir todas las mañanas camino del colegio deseando experimentar las sensaciones de aceleración sentado en su silla de seguridad mientras escucha el ronco y deportivo sonido que emana del escape del Focus RS. «Trabajar con el taxi RS lleva mucho trabajo, pero lo hago por mi familia. Vivo para ellos. Ellos me dan un propósito y hago todo esto por mi familia. Ellos significan todo para mí» afirma Jastad, quien tampoco esconde que se siente un hombre afortunado. «Vivo en uno de los lugares más bonitos del mundo y conduzco un Ford RS. Es una buena vida, es fantástico”.

Y razón no le falta, porque cualquier comparativa con los modelos que utilizan sus compañeros en otras ciudades es claramente imposible, y para muestra basta con ver las enormes diferencias entre el Taxi RS con los modelos que habitualmente vemos en las calles de las capitales europeas, como bien puede ser el London Taxi TX4 de Londres o los Toyota Prius que pueblan las calles de ciudades como Madrid o Barcelona.