Ford Escort RS Cosworth, uno de los mejores compactos deportivos de la historia
El Ford Escort RS Cosworth se ha convertido en uno de los mejores compactos deportivos de la historia del automóvil. ¿Conocemos algunos de sus secretos?
El Ford Escort RS Cosworth nació en 1992 y muy pronto se convirtió en uno de los automóviles de competición más legendarios de la marca del óvalo y además, es uno de sus modelos más cotizados en el mercado. Se fabricó entre febrero de 1992 y enero de 1996.
La marca del óvalo empezó a trabajar años antes en el modelo que hoy conocemos como Ford Escort RS Cosworth pero no fue hasta 1992 cuando Karmann comenzó el montaje de este mítico automóvil y es que no se podía producir junto al resto de Escort. En 1993 se homologó para el Grupo A. Acababa de nacer un coche único de esos que rompen cuellos si los ves pasar a tu alrededor. El Ford Escort RS Cosworth procedía de la plataforma recortada del Ford Sierra RS500 Cosworth.
Ford Escort RS Cosworth, una joya digna de admiración
En los cuatro años que el modelo estuvo disponible se vendieron 7.145 unidades. Estaba propulsado por un bloque Cosworth YBT de cuatro cilindros y 2.0 litros con inyección electrónica Weber Marelli, culata de cuatro válvulas por cilindro en V a 45º, overboost, intercooler aire/aire, relación de compresión de 8 a 1 y un turbo Garret T35 que tenía 70 mm más de diámetro si se compara con el que montaba el Ford Sierra. De esta forma se ganaban 7 CV de potencia. Este compacto deportivo ofrecía una potencia de 227 CV a 6.250 rpm y un par motor máximo de 298 Nm a 3.500 rpm. Su velocidad máxima era de 230 km/hora sin el mítico alerón de tres partes. Si lo equipaba, la velocidad máxima era de 225 km/hora. Este alerón tan impresionante cumplía con un claro objetivo; el Ford Escort RS Cosworth se convirtió en el primer automóvil de serie con coeficientes de elevación negativos en ambos ejes.
El tren motriz estaba ligado a una caja de cambios manual de cinco velocidades que transmitía la potencia a las cuatro ruedas gracias a un diferencial central y trasero de acoplamiento viscoso con un reparto de par del 34% en el eje delantero y un 66% en el trasero. Los esquemas de suspensión eran los típicos de la tracción trasera y equipaba una suspensión independiente de tipo McPherson son brazos de torsión interiores delante y triángulo de arrastre con eje oblicuo en el eje trasero. Las novedades no quedan aquí, el Escort RS también equipaba amortiguadores de gas, barras estabilizadoras en ambos ejes y discos ventilados de 278 mm delante y 273 mm atrás. Todo el conjunto tenía un peso de 1.230 kg. El precio del Ford Escort RS Cosworth en 1992 era de 4.125.000 pesetas.
El interior contrastaba con el diseño exterior y es que era idéntico al del Escort convencional. Las únicas diferencias entre los modelos son los asientos, los pedales y los relojes de presión del turbo, aceite y voltaje de batería. La habitabilidad era algo más reducida que la de un Escort de serie. Esto se debía a la tracción integral y a la rueda de repuesto. En España, el Ford Escort RS Cosworth se comercializó en dos acabados: Motorsport y Luxury. El primer acabado era algo escaso y solo contaba con dirección asistida y ABS, mientras que la segunda equipaba aire acondicionado, elevalunas eléctricos, airbag y radio CD.
En cuanto al diseño se refiere, el Ford Escort RS Cosworth se diferenciaba gracias a sus paragolpes específicos, el delantero tenía un splitter regulable, pasos de rueda ensanchados, por supuesto el alerón y las llantas de 16 pulgadas con neumáticos de 225/45 R16.
En 1994, Ford introdujo algunas mejoras tanto en la mecánica como en la estética. Redujo el tamaño del alerón, el coeficiente aerodinámico bajó a 0,34 y montó el nuevo turbo Garret T25 que era más pequeño y tenía un 60% menos de inercia en el rotor. La potencia se redujo a 220 CV y 290 Nm de par. También se rediseñó la culata y se readaptó la electrónica, al mismo tiempo que se incorporó una bobina por bujía. Además, se reforzó el chasis, causando un aumento de 40 kg a la carrocería. Esta segunda versión estuvo disponible hasta 1996, año en el que Carlos Sainz participó en el Mundial de Rallies como Grupo A. En los años 1997 y 1998, Sainz también corrió el WRC a pesar de que el modelo no cumplía con los requisitos de producción; 20 unidades durante la temporada o 25.000 unidades fabricadas.
Si juntamos todos estos ingredientes, nos encontramos con un coche de rallies matriculable, motivo por el cual se ha convertido en un compacto deportivo muy cotizado.
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