Los actuales coches diésel tienen varios sistemas que eliminan las partículas y los gases tóxicos que provoca la combustión, como el filtro de partículas
Filtro de partículas: cómo es la regeneración y su mantenimiento
Cómo es la regeneración y el mantenimiento del filtro de partículas, FAP, en los coches diésel y gasolina y consejos para evitar su deterioro.
El filtro de partículas ha sido un elemento asociado a los coches diésel hasta hace poco. Este dispositivo se alzaba como un aliado contra los restos sólidos procedentes del uso del gasóleo pero, según los estudios realizados en las nuevas mecánicas, demuestran que el uso un filtro antipartículas en los gasolina también reduce el impacto ambiental y, por ende, mejora la calidad del aire.
Por ello y debido a su implantación en coches de gasóleo o gasolina, el filtro de partículas o filtro anti-partículas es uno de los componentes más populares de los coches en general de un tiempo a esta parte. Un integrante del sistema de escape que ya fue el protagonista del artículo dedicado a describir qué es y cómo funciona el FAP.
Pero, en este artículo vamos a tratar la regeneración del filtro anti partículas y su cuidado.
Regeneración del filtro de partículas
Se entiende por regeneración del filtro antipartículas a la incineración de las restos sólidos de los gases. Un proceso que no ocurre de forma constante. Depende del uso del coche y de la conducción del mismo. Puede realizarse en rangos de entre 300, 500 y hasta 1.000 km, según el vehículo.
Es la centralita del coche la que, según unos parámetros establecidos, identifica el momento idóneo de destrucción por calor de las partículas sólidas. Entonces, se debería circular durante unos 20-30 km por encima de las 2.500 rpm y a velocidades superiores a los 60 km/h.
La fase de regeneración del FAP tiene una duración variable. Puede ocupar de 10 a 20 minutos. En este periodo, el vehículo, además de estar en movimiento, no debería apagarse. De no llevarse a cabo de forma satisfactoria y, tras varios intentos de forma autónoma, el vehículo encendería un testigo de avería que, mediante diagnóstico, identificaría la necesidad de una limpieza del filtro anti partículas en un taller.
El precio por limpiar un filtro de partículas depende del procedimiento realizado. Desde los más económicos, que son los que la limpieza del FAP se lleva a cabo con productos químicos, algunos de estos líquidos cuestan poco más de 20 euros, pero cuya eficacia no es la más alta; pasando por otros tratamientos más caros, cuyos precios parten de los 200 euros, como son los térmicos (aplicación de altas temperaturas, un procedimiento similar al que haría el coche pero desmontando y volviendo a instalar la pieza), hasta el uso de ultrasonidos para limpiar el filtro antipartículas, con los que eliminar la gran mayoría de los residuos. Pero se ha comprobado que el método más efectivo para limpiar el FAP es utilizando unas lavadoras específicas de filtros que logran eliminar entre el 98 y el 99% de los residuos.
Cómo cuidar el filtro de partículas
Puede ocurrir que, en vehículos cuyo uso sea en trayectos breves y cortos, por ejemplo, coches utilizados fundamentalmente en ciudad, el filtro de partículas se obstruya y se deteriore.
Además, sería uno de los motivos por los que un coche podría tener una evaluación desfavorable con la nueva ITV, tanto por encontrarse encendida una de las luces de advertencia del cuadro de la instrumentación, como por detectarse a través de la lectura de la ECU vía OBD, debido a tener el filtro anti partículas obstruido.
Para evitar su obstrucción, se recomienda realizar, de forma rutinaria, por ejemplo, una vez al mes o cada unos 200 km en vía urbana, un trayecto como el que describíamos en la regeneración del FAP: circulando unos 20 km, a régimen superior a 2.500 revoluciones por vías fuera de población.
Deja un comentario