Frank Stephenson, el padre del Ferrari F430, nos desvela cómo lo diseñó

Los entresijos de un coche son, cuanto menos, embaucadores, pero estos se acentúan más cuando estamos ante un vehículo del calibre del Ferrari F430. Dicho apellido sirvió durante cinco años para definir al representante del motor V8 en la firma del Cavallino, modelo que vuelve a cobrar protagonismo hoy gracias a su creador. Y es que podríamos considerar a Frank Stephenson como uno de los grandes diseñadores de coches contemporáneos, diseñador que se ha tomado la molestia de explicarnos cómo fue el proceso de concebir al Ferrari F430.

Y es que el señor Stephenson no solo se ha encargado de dar vida al superdeportivo italiano, sino también a otros ilustres modelos como el primer BMW X5, el Mini Cooper o el Fiat 500 entre otros. No obstante, hoy vamos a centrar nuestra atención el retoño de Ferrari, modelo que se entiende mejor desde el punto de vista de su progenitor.

Frank Stephenson nos cuenta que, como es habitual con un nuevo modelo, tomó como punto de partida al predecesor del F430, es decir, el 360 Módena. Sin embargo, el diseñador inglés veía las líneas de este demasiado suaves y redondeadas, motivo por el que buscaba que su nueva criatura mostrarse una apariencia no solo más aerodinámica, sino también más firme e imponente.

A esto se le sumaba la ardua tarea de mantener intacta la característica sensualidad de todo Ferrari, una marca que siempre ha destacado por la belleza de sus vehículos. Con esta premisa, Stephenson mantuvo un frontal algo más suave pero aderezado por unas tomas de aire más prominentes inspiradas en las que portaba el Ferrari 156 F1 alias «nariz afiliada». La zaga, por el contrario, hacia uso de un lenguaje más aerodinámico gracias, entre otros elementos, a los pilotos posteriores.

Estos abandonan su integración en la propia parrilla -como ocurría en el 360- para ocupar una posición más elevada que les permite unirse con la carrocería del coche. De esta forma, se consigue no solo una estética más deportiva, sino también un mejor trabajo aerodinámico dispuesto a ayudar a que la eficacia de ese colosal V8 atmosférico se transfiera con exactitud.

Sin lugar a dudas, el Ferrari F430 tiene un merecido puesto en el hall de la fama de la marca, posicionándose -a nuestro parecer- como uno de los modelos más bonitos jamás diseñados. Al mismo tiempo, esto también es posible gracias al legado de miembros tan emblemáticos como el Enzo, modelo que se encargó de establecer una nueva era de diseño dentro de la firma italiana.