Ferrari Coches clásicos Historia Superdeportivos
El Ferrari 410 Superamerica Ghia fue el Cavallino Rampante más americano de todos los tiempos
Ferrari es famoso por crear algunos de los vehículos más exclusivos del mundo y el 410 Superamerica Ghia no es una excepción, ya que tan solo existe uno.
Los superdeportivos han experimentado una evolución contundente a lo largo de los años, pero son esos pilares a los que debemos agradecer que hoy en día podamos disfrutar de increíbles historias relacionadas con el mundo del motor. Ferrari es una de esas marcas que han marcado un antes y un después en la automoción al dar sus primeros pasos con vehículos de producción. Aquellos Cavallinos con apellido América siempre fueron un referente dentro de la marca, pero hoy nos vamos a centrar en un modelo muy especial, el 410 Superamerica Ghia.
Fue en los años 50 cuando la firma de superdeportivos decidió dar comienza a esta saga, en la que una serie de vehículos se destinaban exclusivamente al continente americano. Con el paso del tiempo, hemos podido observar como ciertas ediciones especiales también se han construido con la intención de rendir homenaje a América, donde Ferrari goza de una gran acogida. Sin embargo, el 410 Superamerica Ghia es uno de los modelos más especiales y curiosos construidos por la marca.
Este vehículo cuenta con una carrocería especialmente fabricada por Ghia, un carrocero italiano que ha creado algunos de los modelos más emblemáticos de todos los tiempos. Gracias a que el Ferrari 410 Superamerica Ghia compartía todos los elementos mecánicos con el 410 convencional, permitió que el trabajo de Ghia estuvo principalmente en el apartado estético, donde se llevó a cabo un diseño que hacía honor a su apellido.
La estética que presentaba el Ferrari 410 Superamerica Ghia estaba inspirada en los modelos americanos de los 50, algo que dotó al superdeportivo italiano de una esencia nunca antes vista en un modelo de la compañía. Uno de los elementos que más llamaban la atención eran las aletas laterales, las cuales se extendían hasta la altura de los pilotos traseros; la parrilla delantera mantenía una rejilla al más puro estilo Ferrari, pero los faros delanteros posicionados a los extremos del frontal recordaban al diseño de un muscle car tradicional.
En el apartado mecánico, Ferrari había mantenido intacto el poderoso propulsor V12 atmosférico capaz de producir 350 CV de potencia, una cifra que a día de hoy sigue siendo impresionante, pero en los años 50 pocas firmas se encontraban en la tesitura de poder ofrecer prestaciones similares. Al mismo tiempo, el superdeportivo italiano consiguió ser no solo uno de los modelos más potentes del momento, sino también uno de los más originales.
Sin duda alguna, la colaboración entre Ferrari y Ghia dio un resultado de los más exclusivo ya que tan solo existe una unidad en el mundo del Ferrari 410 Superamerica Ghia. Este modelo se encargó por si mismo de abrir y cerrar una etapa, ya que la firma del Cavallino Rampante no ha vuelto a mostrar al mundo ningún vehículo que se asemeje a este 410 tan especial.
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