Fernando Alonso y su reto lleno de ilusión

Ser el piloto con mayor edad de la parrilla, no es un problema para Fernando Alonso. El asturiano lleva demostrando desde hace más de dos décadas, que es uno de los mejores en su profesión, pero que en Fórmula 1 no con eso basta para llegar a la victoria. Esta temporada parece que la canción sonará muy diferente para el español, puesto que tendrá un coche a la altura de sus cualidades. De hecho, las apuestas en deportes otorgan más opciones reales de hacer algo grande al asturiano en el presente curso, algo impensable tan solo unos meses atrás.

Todo ha cambiado en Aston Martin con la llegada de Adrian Newey, uno de los mejores ingenieros jefes de la historia del “Gran Circo”. Ya en el siglo pasado, el británico demostró en Williams de lo que era capaz. Newey diseñó coches como el FW14 y el FW15, considerados dos de los más dominantes de la década de 1990. Estos coches aprovecharon el uso de suspensión activa y otras tecnologías avanzadas, convirtiendo a Williams en la fuerza dominante de la Fórmula 1. Los pilotos Nigel Mansell y Alain Prost se beneficiaron de sus diseños, ganando títulos mundiales en 1992 y 1993, respectivamente. El FW14B de Mansell sigue siendo considerado uno de los coches más avanzados en la historia de la F1.

Aunque lo cierto es que su etapa en Williams y posteriormente en Mclaren parecen algo de la antigüedad, para las nuevas generaciones de amantes de la Fórmula 1. Fue en Red Bull donde la leyenda de Newey comenzó a tomar tintes épicos. Con su llegada, Red Bull se convirtió en el equipo dominante durante los primeros años de la década de 2010. Entre 2010 y 2013, los diseños de Newey ayudaron a Sebastian Vettel a ganar cuatro campeonatos mundiales consecutivos de pilotos, mientras que Red Bull obtuvo el título de constructores en esos mismos años. El RB7 de 2011 y el RB9 de 2013 son ejemplos icónicos del genio de Newey, maximizando la aerodinámica y el rendimiento de los monoplazas en una era dominada por la eficiencia aerodinámica.

Con todos estos precedentes, es indudable que el optimismo haya llegado para quedarse en el box de Aston Martin. Fernando Alonso cuenta con un gran argumento para poder demostrar sobre la pista de todo lo que es capaz. Es muy probable que estemos ante uno de los últimos años del piloto asturiano en el “Gran Circo”, y antes de su retirada, quiere volver a saborear las mieles de ser campeón del mundo.

Lejos quedan aquellos campeonatos de 2005 y 2006 en los que Fernando Alonso, volaba con su Renault, ofreciendo duelos legendarios con el siempre añorado Michael Schumacher. Parece cosa del destino, pero veinte años después, el asturiano quiere volver a deslumbrar al mundo, aunque la empresa sea muy complicada. Necesita un coche a la altura, para poder mirar por el retrovisor a superclases como Hamilton y Verstappen.

Queda poco más de un mes para que los motores vuelvan a rugir en la F1. Es hora de volver a disfrutar con Fernando Alonso en su prime como piloto.