Faraday Future en serio riesgo de desaparecer por la bancarrota de su fundador

Hasta hace poco, parecía que la única empresa creada específicamente creada para dar salida a coches eléctricos que podría triunfar era Tesla. Pero a la compañía de Elon Musk se le presentó hace unos meses un rival bastante importante. Se trataba de de Faraday Future, una empresa de capital chino que planeaba posicionarse delante de Tesla y quería destronarlo al frente del desarrollo de coches eléctricos.

Pero esta semana hemos descubierto que la compañía china ha sufrido un grave revés que le puede llevar a desaparecer. Y todo, porque Jia Yueting, fundador de la compañía se ha declarado en bancarrota en Estados Unidos para hacer frente a una deuda de 3.600 millones de dólares a entre 100 y 199 acreedores en su país natal.

Esta situación de bancarrota se ha producido para ganar tiempo y permitir al magnate asiático reestructurar la deuda con los distintos acreedores y poder salvar a la compañía y al desarrollo de su coche eléctrico y de todos los que, presumiblemente, tenían que llegar después.

Al parecer, parte de esas deudas ya han sido devueltas, o eso asegura Yueting. Asegura que cuenta con unos 1.600 millones de dólares en activos congelados en China, que se utilizarán para saldar parte de la deuda. Además, ya ha conseguido devolver otros 3.000 millones de dólares, por lo que la deuda podría quedar considerablemente reducida.

Faraday Future FF 91: un eléctrico de 1050 CV y 700 km de autonomía

El FF91 es el primer coche eléctrico de producción que supera las características técnicas del Tesla Model S con una potencia equivalente de 1050 CV y una autonomía de hasta 700 km. Introduce tecnología autónoma y ya admite pedidos, aunque no conocemos de momento su precio.

Para acabar de saldar esos millones que quedan pendientes, Yueting ha puesto a disposición de sus acreedores todos sus activos en Smart King, la empresa matriz de Faraday Future. De esta manera, aunque él permanezca fuera del proyecto, este podría seguir adelante en manos de los que hoy son acreedores de deudas que son titularidad del millonario y de su esposa.

Yueting no quedará del todo apartado de la empresa, ya que su plan pasa por sacarla a bolsa más adelante y recuperar el dinero invertido en la cancelación de la deuda y retomar el control de la compañía. Aunque eso, parece todavía muy lejano y primero tendrá que enfrentarse al pago de todo ese dinero, que le dejará fuera del negocio durante un tiempo.