El periodismo del motor español pierde uno de sus grandes referentes: adiós a Paco Costas

Gallego (Bueu, 1931), polifacético e inquieto como pocos pese a su habitual apariencia de calma y sosiego, Paco fue uno de los grandes pioneros de la información del mundo del motor en España y quien la convirtió en todo un referente en un medio tan difícil como es el de la televisión. Lo hizo con distintos programas, pero muy especialmente con “La segunda oportunidad”, el mítico programa de los años 70 que literalmente “enseñó” por primera vez a muchos españoles las terribles consecuencias que tiene hacer las cosas mal al volante de un automóvil.

“Es más importante ser un conductor prudente que un conductor muy hábil, porque este va más rápido de lo que debe ir y acaba provocando accidentes”. Paco fue un firme defensor de la seguridad vial a lo largo de toda su longeva carrera profesional, que desarrolló siempre en torno al mundo del automóvil en múltiples facetas y numerosos medios de comunicación. Televisión, prensa escrita, radio, internet,… la firma de Paco estuvo presente en la práctica totalidad de los medios más importantes, bien de forma asidua, bien ocasionalmente, pero siempre será recordado por sus trabajos en TVE: “Cuatro tiempos”, “La segunda oportunidad”, «Grand Prix: Así es la Fórmula 1”, “Seguridad Vial”, “Así fue, así lo cuenta”,…

Durante toda su carrera Paco demostró que la Seguridad Vial no es incompatible con la afición por la velocidad. Pese a ser un gran conocedor del mundo de la Fórmula 1, su gran pasión personal a la que dedicó buena parte de su carrera profesional como cronista y varios libros de gran interés, Paco siempre supo anteponer la seguridad en la carretera en sus trabajos como cronista del mundo del motor, contribuyendo a crear toda una corriente de pensamiento entre los profesionales más jóvenes, del sector que si bien aún hoy se mantiene y se visualiza en los constantes llamamientos a la prudencia, la prevención, el respeto a las normas de tráfico y la importancia que el correcto mantenimiento del vehículo tiene, sobre todo tiene su máximo exponente en la necesidad de conocer cómo gestionar y afrontar con calma las situaciones difíciles que nos surgen cuando conducimos un coche.

Paco tocó muchos palillos en el mundo del motor. Fue aprendiz de mecánico en su juventud, faceta que también tuvo oportunidad de realizar durante la prestación de su servicio militar, piloto aficionado y empresario —tuvo incluso un concesionario de automóviles de una gran marca—, pero ante todo fue siempre un gran comunicador, una gran persona y, para quienes tuvimos la oportunidad de conocerle y tratarle en vida, un buen amigo. Descanse en Paz.