Los coches vendidos en la UE han de estar homologados para cumplir con las emisiones registradas en la norma Euro 6, que regula sobre todo a los diésel
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Euro 7: Exigencias y soluciones para cumplir con la futura norma europea
En 2025 está previsto que entre en vigor la nueva norma Euro 7, que supondrá un cambio radical en la industria de la automoción y en cómo entendemos los coches
El día 1 de enero ha entrado en vigor la última actualización de la norma Euro 6, que recibe el nombre de Euro 6D. Esta nueva norma referente a las emisiones de gases contaminantes es más restrictiva que la anterior, con una reducción en la cantidad de emisiones que hace que sea todo mucho más complicado a la hora de elegir un coche. Por ejemplo, se pone de tope 80 mg/km de dióxido de Nitrógeno (Nox).
Esto provocará que los fabricantes tengan que modificar sus motores de manera bastante compleja y tengan que prepararlos junto con el escape para hacer que este funcione mejor y se evite la salida de estos gases contaminantes en la cantidad expuesta en la nueva norma. Pero si esta ya es restrictiva, cuando llegue la norma Euro 7 habrá muchos cambios que cambiarán para siempre la industria de la automoción.
Consecuencias de la Euro 7
La principal consecuencia de la norma Euro 7 es que las emisiones tendrán que reducirse de manera considerable. Actualmente, con la norma 6D hay un tope de 80 mg/km de dióxido de Nitrógeno en los coches diésel y de 60 mg/km en los coches de gasolina. En cuanto a las emisiones de monóxido de carbono se enmarcan entre 500 y 1.000 mg/km. Con la llegada de la norma Euro 7 estas cifras se van a reducir todavía más.
Aunque todavía no hay nada claro, las emisiones de Nox se quedarán en 30 mg/km, muy por debajo de las cifras actuales. El monóxido de carbono se reducirá a una horquilla entre 100 y 300 mg/km. Unas cifras que ningún coche con motor de combustión podrá asumir por sí solo. ¿La principal consecuencia de esta nueva ley? La desaparición de todos los coches con mecánica tradicional. Es decir, el adiós de los motores puramente diésel o gasolina.
Los coches deberán contar con un apoyo eléctrico para poder funcionar de manera eficiente y reducir el consumo y las emisiones contaminantes. Así que hay que pensar que el precio de los coches se incrementarán por la adición de ese sistema de hibridación. Y no valdrá la hibridación ligera de 48 V, que no llega a ofrecer las soluciones que necesita la industria.
La fecha prevista de puesta en vigor esta nueva norma es 2025. La buena noticia es que probablemente no sea ese año cuando se aplique. Hay muchas dudas y negociaciones para establecer moratorias y permitir que todas las marcas se puedan adaptar a las exigencias de la norma. Esto quiere decir que los distintos modelos podrán contar con una solución a sus emisiones por encima de la norma con mas tiempo para adaptarse.
Esto requerirá una considerable inversión y por supuesto, un incremento del precio de los coches. La desaparición de coches con motor de combustión y la conversión a híbridos, híbridos enchufables y totalmente eléctricos hará que el precio se encarezca considerablemente. Una consecuencia que afectará a los usuarios y compradores, así que va a ser un problema para todos.
No sabemos cómo acabará siendo esta norma Euro 7, aunque sí que será una modificación que llegará, tarde o temprano. Estaremos atentos a los cambios que se vayan produciendo respecto a ella, veremos cómo reaccionan las marcas y si apuestan o no por una electrificación masiva de sus nuevos modelos. Posiblemente no llegue en 2025, pero sí que estamos seguros de que llegará antes o después. ¿Qué opinas de estos cambios tan radicales?
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