Estos son los cinco apodos más curiosos de los Porsche de competición

La marca de Stuttgart ha vuelto a la carga con sus vídeos y en esta ocasión nos ha presentado a los cinco apodos más curiosos de los Porsche de Competición. Estos modelos no solo han tenido un éxito impresionante en las pistas, sino que muchos de ellos han sido bautizado con algunos de los apodos más curiosos y divertidos del mundo. Con una historia tan espectacular, el fabricante de automóviles ha querido compartir los cinco apodos más divertidos y curiosos de sus Porsche de competición.

Sería muy poco conveniente hablar de los apodos o motes de los Porsche de competición sin nombrar a Moby Dick. Este sobrenombre lo recibió el Porsche 935/78 que sigue siendo el coche de carreras más poderoso del mundo. Está basado en el Porsche 911 y presenta un frontal pronunciado y una cola bastante alta. Estas dos características fueron suficientes para ganarse el apodo de la ballena gigante de la famosa novela de Herman Melville. Todo apunta que los mecánicos del equipo de carreras tuvieron la brillante idea después de trabajar incansablemente en el automóvil.

Los cinco apodos más divertidos de los Porsche de competición

Por supuesto, en esta selección no podía faltar el mítico Pink Pig. Este Porsche 917 es incluso más mítico que el Moby Dick. Independientemente, el coche ganador de LeMans obtuvo su apodo debido al esquema de pintura que describía los diferente cortes de carne de un cerdo. Este modelo contaba con un chasis ampliado y reelaborado. Tanto el Pink Pig como el Moby Dick son bastante famosos, pero no son los únicos.

El siguiente en aparecer en la selección es el Porsche 718 W-RS Spyder apodado Grandmother. Es bastante menos conocido y se ganó su apodo gracias a su larga trayectoria en la competición. El Porsche 718 era un modelo muy competitivo que estuvo funcionando desde 1961 hasta 1964, consiguiendo la victoria en carreras importante como la Targa Florio.

El Porsche 356 B 2000 GS Carrera GT se convirtió en uno de los coches más peculiares de la selección. Esta máquina, conocida por su apodo Triangular Scraper, es esencialmente un Porsche 356 con un chasis de aluminio rediseñado. Este automóvil es muy importante ya que su nombre y estética proviene de las aspiraciones del fabricante de automóviles de Stuttgart de competir en la categoría de GT.

Por último, pero no menos importante, aparece el Porsche 904/8 que tenía como apodo el canguro. Sin embargo, como no era un cohete en la pista, el canguro se ganó su sobrenombre por su comportamiento de conducción irregular. El modelo daba ‘saltos’ causados por un desequilibrio entre la unidad de potencia y el chasis. Estamos seguros de que algunos de estos nombres son bastante diferentes y unos son más divertidos que otros, pero si los juntamos, podemos conocer parte de la historia de la marca de Stuttgart en competición. ¡Años de oro!