¿Sabías que un fallo en la correa de la distribución es la avería más temida por los conductores? ¡No te la juegues!
Por estos motivos no debes circular en la reserva
Circular con la reserva encendida es una práctica que puede provocar averías en el motor de tu coche, además de suponer un peligro para la seguridad.
Con los precios del combustible por las nubes, cada vez da más «pereza» (por decir algo) parar en la gasolinera, y son muchos los que apuran el depósito, incluso circulando con la luz de la reserva encendida. Sin embargo, conducir con el indicador de combustible al mínimo no es nada recomendable, incluso aunque tengas totalmente controlado los kilómetros que es capaz de hacer tu coche en reserva.
Estos son solo algunos de los motivos por los que se desaconseja totalmente seguir circulando con la reserva encendida y apurar el depósito, salvo que no nos quede más remedio porque no tengamos ninguna estación de servicio próxima cuando se enciende la luz. Como verás, circular en reserva no solo es malo para tu coche, también puede serlo para tu bolsillo… y para la seguridad del resto de usuarios de la carretera.
1.- Multas por quedarte sin combustible
Sí, muchos no lo saben, pero quedarte parado en la carretera por falta de combustible tiene multa si no puedes detener el coche en un lugar seguro. En concreto, la multa asciende a 200 euros. Y recuerda que, en cualquier caso, si te quedas sin gasolina y te ves obligado a parar en el arcén, tendrás que señalizar el vehículo de forma correcta, como en caso de avería.
Otras consideraciones relativas a posibles sanciones si te quedas sin combustible están relacionadas con los intentos para volver a ponerlo en marcha. Por ejemplo, si consigues acercarte a una gasolinera cercana por algún medio para volver con combustible, es obligatorio utilizar un envase homologado; normalmente puedes conseguirlo en las propias gasolineras.
2.- Averías en la bomba de combustible
Si el nivel de combustible desciende al mínimo, la bomba que se encarga de enviar la gasolina o el gasóleo desde el depósito hasta el motor puede «aspirar» en vacío, sometiéndose a un mayor esfuerzo al trabajar con temperaturas más altas, pues el propio combustible es el encargado de refrigerarla. Es una de las primeras averías que puedes sufrir circulando en la reserva.
3.- Fallos en el motor
Seguro que es el principal motivo del que has oído hablar a quienes desaconsejan circular en reserva: los fallos y posibles averías en el motor debido a las impurezas que se concentran en el fondo del depósito de combustible.
Es cierto que los circuitos de alimentación cuentan con sus filtros; pero precisamente estos filtros son los primeros que se obturan si el combustible lleva asociadas las impurezas que se suelen «levantar» cuando se apura el depósito. Los filtros atascados pueden hacer que el motor se pare… o directamente deteriorarse y dejar pasar esa suciedad al motor, causando averías muy graves, sobre todo si llegan a los inyectores.
Una parada del vehículo por circular con el depósito con un nivel de combustible muy bajo también puede provocar averías en el filtro de partículas, por una regeneración incompleeta, o por exceso de acumulación de hollín en el escape.
Por último, ten en cuenta que si tu coche se para por falta de combustible, en función del tipo de motor y del vehículo no siempre será fácil volver a arrancarlo simplemente con reponer combustible; en algunos coches -sobre todo los diésel más antiguos- es necesario un proceso de «cebado» para eliminar el aire que queda en los conductos y que llegue el combustible al motor.
¿Cuántos kilómetros puedo conducir en reserva?
Por lo general, la capacidad de la reserva está entre el 10 y el 15 por ciento de la capacidad total del depósito de combustible, aunque puedes consultar el dato en el manual del vehículo. Esto quiere decir que, en un coche compacto o mediano, la reserva puede ser de en torno a 10 litros. Podrás recorrer, por lo tanto, unos 100 km hasta que el coche se detenga, lo cual hemos visto que es totalmente desaconsejable.
Nuestro consejo es no confiarte y repostar en cuanto puedas nada más encenderse la luz; es más, lo ideal sería hacerlo cuando ya estamos con una capacidad de un cuarto en el depósito. Si aun así llega a encenderse la reserva, intenta conducir de forma eficiente para aumentar la autonomía y llegar a la próxima gasolinera sin apurar demasiado el tanque.
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