Ferrari LaFerrari Fotos / Vídeos espía
¿Estamos ante la mula del nuevo hipercoche de Ferrari?
La secuencia temporal en la historia de la marca pone en un plazo de unos 2 ó 3 años la llegada de un nuevo hipercoche en el que parece que Ferrari ya trabaja
Como es menester, Ferrari nos obsequia cada década con un hipercoche que supera al anterior y se lo vende a los clientes más exclusivos, un regalo para los más pobres y un capricho para los más pudientes que, si bien posible que esta estratificación por clases quede más acusada por la pandemia que sufrimos, parece que no frenará los planes de la marca italiana en dar lugar a un sucesor para el Ferrari LaFerrari.
Y es que, tomando como base el primer coche híbrido e hiperdeportivo de la década de los años 10 de principios de este siglo, uno de nuestros parparazzi favoritos apostado como el bien sabe hacer en la mismísima puerta de las instalaciones de Maranello de Ferrari, el usuario Varryx vuelve a proveernos de pruebas para sospechar que el cavallino rampante sigue su ritmo empoderado hacia un nuevo hipercoche para esta década.
Lo parece, pero no lo es
Como se puede apreciar sin ningún tipo de duda, un ejemplar ataviado con una intensa librea de camuflaje en la que se pega, a su vez, los distintivos que indican su naturaleza electrificada, no esconde una unidad de pruebas que toma, nada más y nada menos, que una mula basada en el Ferrari LaFerrari Aperta en plena fase de test en el Circuito de Fiorano.
Y es que, a groso modo, aunque este vehículo parezca un Ferrari LaFerrari vinilado, en realidad presenta diferencias significativas incluso en la visual, con aquel que, en sus dos variantes y en un total de 500, en su carrocería coupé y de 210 en la de techo removible, fue producido desde 2013.
De entrada, tanto el capó, como la tapa del motor y los pilares entre los que se encuadra el acceso al mismo corazón de este laboratorio rodante y que dan caída a la zaga son diferentes. Parece más sencillos, como si se tratara de paneles más básicos y de una aerodinámica menos acusada como ocurre con las oquedades que canalizan el flujo hacia el tren trasero.
Lo mismo sucede con los paragolpes que, si bien el delantero muestra una configuración casi idéntica, pierde el apoyo central y muestra una rejilla prácticamente diáfana, el trasero parece haber perdido los difusores de los pontones que flanquean un túnel central que también ha perdido el pilar central.
Los retrovisores evocan a los soportes que iniciaron una diferenciación entre las versiones más extremas de los coches de producción y los, digamos, estándar, en el Ferrari 360 Challenge Stradale que, en el caso de esta mula, equipa unos con soportes más largos y casi paralelos al suelo.
Finalmente, otro detalle de consideración que no debe pasarse por alto es el anclaje de las ruedas al eje que, si bien en el caso del Ferrari LaFerrari consistía en un sistema monotuerca, al más puro estilo al que se recurre en competición y no solo en Formula 1, esta mula cuenta con los cinco puntos de fijación entre la llanta y el buje, una configuración y un diseño más mundanos que en el caso del hipercoche de producción.
Sea como fuere, parece evidente que Ferrari ya trabaja en un nuevo modelo que satisficiera las exigencia de su fundador, el inmortal Enzo Ferrari, pero para la nueva era de la industria automovilística apoyada en la electrificación motriz.
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