Especialistas de fino oído: así encuentran fallos en los motores de Ford

Victor Alós Yus    @sepelaci    31 marzo 2016     2 min.
Especialistas de fino oído: así encuentran fallos en los motores de Ford

En un mundo casi totalmente tecnificado, resulta curioso que algunos procesos de control de calidad pasen de nuevo por las manos de personas que se han especializado en localizar y aplicar sentidos como el oído para detectar problemas y fallos de fabricación en los motores

El proceso de fabricación de los coches es bastante complejo y pasa por diversos procesos que hay que revisar poco a poco. Cualquier error que se produzca tras el montaje final puede provocar que el coche salga defectuoso y cause serias complicaciones al propietario. Uno de los métodos que utilizan para saber si el motor está afinado es, curiosamente, el oído.

Y esta revisión no la realiza ningún complejo dispositivo tecnológico movido por un sistema informático avanzado, sino que corre a cargo de profesionales humanos que son capaces de detectar cualquier problema existente en el funcionamiento del motor simplemente aplicando el oído. En la planta de Almussafes, en Valencia, se fabrica el motor EcoBoost de 2.3 litros de 350 CV que monta el Ford Focus RS.

Este equipo de profesionales ha sido formado adecuadamente para detectar cualquier funcionamiento erróneo en el motor. Se pone en marcha el motor en una de las 18 cabinas insonorizadas con las que cuenta la planta valenciana y gracias a los oídos de estos trabajadores se pueden detectar cualquier sonido causado por un engranaje mal colocado o un conducto taponado.
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Para escuchar bien utilizan alguna herramienta como un fonendoscopio, idéntico al que utilizan los médicos. Este les permite alcanzar cualquier distorsión del sonido y conseguir descartar errores de fabricación. Y todo ello, lo hacen en sesiones de un minuto con cada uno de los motores, algo que tiene mucho más mérito.

Si detectan un problema, se aparta el motor y se vuelve a revisar, para reparar ese defecto y dejarlo en perfecto estado. Una vez reparado, vuelve a pasar por el equipo de de comprobación y si está bien, pasa el control y está listo para ser montado en el coche, sea este el Focus o cualquiera de los otros modelos producidos en la planta.

Este tipo de procesos siguen haciéndose de manera artesanal por parte de los técnicos que trabajan en la industria. Hace unas semanas ya hablamos del retroceso en el uso de los robots en la industria del automóvil y este tipo de cosas confirman que, por mucho que avance la técnica, la mano (o el oído, en este caso) humana es fundamental.

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Fuente | Ford

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