España se une a Europa para prohibir los coches con motor de combustión en 2040, pero… ¿es posible?
Con el anuncio de que los gobiernos europeos quieren prohibir los coches de combustión en 2040 surgen muchas dudas, sobre todo si la tecnología estará lista
La noticia ha saltado a los medios y parece que va muy en serio. España quiere prohibir la matriculación de coches con motor de combustión y centrarse en los coches eléctricos. La medida estará en marcha a partir del año 2040, que será cuando no se podrá matricular ningún coche con motor de gasolina, motor diésel o incluso híbridos. Pero, ¿está la tecnología lista para esta propuesta?
El gran problema de esta medida es que no sabemos si será posible eliminar del todo los motores de combustión en poco más de 30 años. Hoy se nos dice que los coches electrificados comenzarán su boom a partir del año 2022, una fecha que repiten mucho las marcas y que parece ser el punto de partida de la fabricación y comercialización de manera más extensa de los coches eléctricos.
Los coches con emisiones contaminantes no podrán circular a partir de 2050
Las medidas están recogidas en la Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica, que también apunta a que no se podrá circular con ningún vehículo que produzca emisiones contaminantes de ningún tipo. La fecha en este caso será un poco más lejana, marcada en el año 2050. Este anuncio no es solo del gobierno español, sino que también se ha propuesto en Reino Unido, Francia y Alemania, entre otros y se espera que otros países vayan secundando la propuesta poco a poco.
La industria se ha pronunciado respecto a este anuncio mostrando su disconformidad. Sus reacciones han sido variadas, pero ninguno de los actores de esta industria tan poderosa se ha mostrado a favor de ella. Los fabricantes, unidos en Anfac, creen que la medida es «excesiva y acelerada«. Otras asociaciones, como Faconauto o Gavam aseguran que este tipo de anuncios crea incertidumbre entre los compradores y que provocará mala información sobre la tecnología actual y que no hará ningún favor a la industria ni a corto, medio o largo plazo.
En España tenemos 11.500 gasolineras frente a los 5.500 puntos de recarga
Otro punto a considerar es la infraestructura de puntos de carga para las baterías. Actualmente hay unas 11.500 estaciones de servicio en España, que permiten alimentar con combustible a los coches y dan un servicio excelente. En cambio, si hablamos de puntos de carga, solo hay 5.500 y esto hace que sea insuficiente para atender toda la demanda de puntos donde recargar la batería. La creación de una completa red de estaciones de servicio para ofrecer el servicio de carga eléctrica sería una de las prioridades para conseguir que todos los coches que circularan sean eléctricos.
Con esta situación, tenemos otro problema. ¿Está la tecnología lista para este cambio tan radical? Desde luego, 20 años son bastantes para avanzar mucho en la movilidad eléctrica. Pero este movimiento hace que todos los adelantos en motores propulsados por Gas Natural Comprimido o GLP, que tienen menos emisiones que los motores convencionales pero que todavía lanzan gases a la atmósfera, quedarán descartados de entrada.
Los fabricantes trabajan en motores de combustión menos contaminantes
Además, las marcas están apostando con fuerza por nuevos motores, tanto diésel como gasolina, que serán capaces de reducir las emisiones de gases contaminantes. Precisamente, el CEO de Volkswagen comentaba hace poco que las distintas marcas del grupo iban a apostar por motores diésel más eficientes. Estos desarrollos no suelen ser rápidos y pueden pasar varios años hasta tener lista la nueva tecnología de motores de combustión, por lo que los plazos impuestos por los gobiernos y la realidad del mercado y la industria parecen estar bastante distanciados.
Apostar por los vehículos eléctricos deja fuera de juego a otros sistemas de propulsión que pueden ser más prácticos en ese plazo. La industria del automóvil no parece estar lista para un cambio tecnológico tan radical, ya que los actuales coches eléctricos todavía tienen muchos peros para ser totalmente eficientes. Veinte años pueden hacer avanzar mucho la tecnología y la investigación, pero la realidad suele ser más cabezota que las intenciones políticas y estoy convencido de que habrán muchos cambios en esta ley y otras similares.
Lo que sí es cierto es que los próximos meses serán bastante movidos, cuando los números y los datos demuestren que la electrificación de los coches puede no ser tan beneficiosa como piensan que puede ser. Estaremos atentos. Por cierto, quien sí se ha mostrado partidario de esta Ley del Cambio Climático y Transición Ecológica ha sido el clúster para el desarrollo de vehículos eléctricos, que ven con buenos ojos la conversión del parque automovilístico europeo. ¿Serán capaces de lograr ese adelanto en tan poco tiempo?
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