A partir de esta época llegan las altas temperaturas ¿has hecho el mantenimiento del aire acondicionado? ¿Quieres saber cuánto te costará la recarga del gas?
Cómo enfriar el coche en verano después un día de playa cualquiera: consejos y recomendaciones para hacerlo más llevadero
Rebajar la temperatura de tu coche rápidamente después de haberlo expuesto al sol es una de las principales preocupaciones de los conductores en verano
La temperatura interior del coche después de todo el día expuesto al sol es un grave problema para muchos conductores. Aparcaste a la sombra, pusiste parasoles en todas las ventanas, y dejaste algunos milímetros las ventanillas bajadas para que circulara el aire, pero, aun así, el interior de tu coche es un auténtico horno cuando vuelves a él después de pasar el día en la playa y no puedes ni apenas tocar el volante o el pomo de la palanca del cambio sin quemarte ¿Qué hacer entonces para poder viajar en él sin, literalmente, cocerte en su interior?
Hiciste bien los deberes al dejarlo, pero las medidas adoptadas fueron claramente insuficientes para hacer frente a los cerca de 40°C que tu coche ha estado soportando durante tantas horas de exposición al sol. Por eso necesitas otras complementarias que te permitan rápidamente usarlo sin por ello acabar derretido en su interior.
La primera de ellas sería nada más abrir la puerta. No lo hagas una única vez, sino que repite la operación 10 veces. Al hacerlo generarás el movimiento de un gran caudal de aire que extraerá todo el aire caliente del interior e introducirá aire del exterior, bastante más fresco. Con ello podrás reducir la temperatura interior del coche en más de 10 grados. El aire en el interior de un vehículo expuesto al sol durante horas puede llegar a superar los 50°C.
De esta manera habrás reducido la temperatura lo suficiente como para al menos poder sentarte dentro y comenzar a activar otras medidas que también te ayuden a mejorar las condiciones en el habitáculo.
Abre las puertas del coche y conecta el sistema de climatización del mismo. La primera bocanada de aire que introduzca el sistema siempre estará caliente, debido al largo tiempo permanecido al sol. Repite la acción de apertura y cierre de las puertas y habrás acelerado el proceso.
Tras hacerlo, cierra las ventanillas y las puertas del coche y deja funcionar el sistema de climatización. Eso sí, no cometas el error frecuente de seleccionar la temperatura más baja del mismo y de poner los ventiladores al máximo. Con ello, estarás introduciendo aire caliente de nuevo, pues el sistema no está capacitado para enfriar aire al máximo en tan poco tiempo. Climatizadores y sistemas de aire funcionan mejor si los mantienes entre los 20 y los 22 grados de forma constante. Enfrían más rápidamente el aire y consumen menos energía para hacerlo. Piensa que se trata de casi 20 grados menos de temperatura que en el exterior del vehículo y que, por tanto, el efecto no será inmediato.
Pon el coche en marcha con el sistema de aire en funcionamiento a esa temperatura y, mientras sacudes la arena de la playa a pasajeros y sus pertenencias, el interior del coche habrá alcanzado la temperatura adecuada para que podáis viajar en el cómodamente bien fresquitos.
Y por cierto, de nada sirve todo lo realizado si luego, una vez en marcha, abres las ventanillas del coche mientras circulas. Si lo haces estarás incrementando notablemente el consumo de combustible, reduciendo tu seguridad y, sobre todo, haciendo inútiles todos los esfuerzos anteriores. Si circulas con las ventanillas abiertas, desconecta el aire o el sistema de climatización, porque sus esfuerzos para reducir la temperatura a bordo del coche serán completamente inútiles.
Y recuerda, de nada servirá que intentes usar el aire acondicionado si antes de tus vacaciones no te preocupaste de llevar el coche al taller para que revisaran convenientemente el sistema de climatización y las cargas de gas refrigerante que garantizan el buen funcionamiento del mismo.
En todo caso, recuerda que no debes dejar nunca a personas –especialmente niños pequeños- o animales encerrados en el coche con las ventanillas cerradas en épocas como el verano, dado que corren serio peligro de sufrir graves episodios de asfixia y golpes de calor que pueden llegar a comprometer su vida.
¡Felices vacaciones!
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