¿En el futuro será imposible viajar con gasolina?

La hipótesis a manera de pregunta del título, es de Antonio Tajani, Comisario de Industria y Vicepresidente de la Comisión Europea, en una entrevista concedida a la sección de motor de El País. Las buenas intenciones de todos los proyectos encaminados a ofrecer combustibles alternativos, todavía no terminan de encaminarse debido a la falta de infraestructura y al lento avance en el desarrollo de baterías que nos rindan más kilómetros, algo que todavía parece lejano, al menos en un futuro cercano de dos ó tres años, como se pretendía.

Sucede que, como bien se dice en la entrevista, la industria va por delante de las infraestructuras. Y entre otras muchas cosas hay muy pocos postes de recarga, ni una estandarización de enchufes. No se sabe cómo reaccionará la red eléctrica europea y mucho menos mundial, ante la avalancha de coches eléctricos. El costo de las baterías es todavía prohibitivo y los tiempos de recarga son demasiado largos. Los precios de los coches eléctricos son elevados y no ayudan a solucionar la desinformación que existe en gran número de usuarios de coches que les tiene sin cuidado si el coche eléctrico va a despegar este año, el próximo o dentro de cinco años. Es difícil cambiar un hábito de más de 100 años por una tecnología que, por ahora, sólo promete.

Del otro lado, tenemos a una industria petrolera que aparentemente no ha reaccionado ante tanto coche eléctrico y de hidrógeno. El motivo es muy sencillo: sienten que su posición de privilegio es todavía muy segura y que mientras haya reservas de petróleo para refinar combustibles fósiles, el público seguirá optando por la gasolina y sus derivados en el futuro cercano. Se calcula que las actuales reservas mundiales de petróleo alcanzarán para abastecer al mundo por aproximadamente otros 60 años, promediando las reservas de los países de la OPEP, con la demanda de los tres grandes consumidores mundiales: Rusia, China y EEUU.

Creo que dentro de unos pocos años todavía veremos por las carreteras gran cantidad de coches híbridos y diésel y que los eléctricos seguirán siendo la minoría hasta que no se solucionen algunas dudas: que bajen de precio dejando de ser sólo para la elite, que sus baterías den más autonomía y que la recarga no sea eterna. Sólo así el coche eléctrico terminará de despegar por completo.

Vía | El País

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