El Smart Fortwo Passion acompaña en los Estados Unidos el décimo aniversario del modelo

10 años han pasado ya. La revolución parece haberse consolidado, la vaga idea de un soñador dueño de una marca de relojes tallada a única voluntad de Mercedes, parece haber triunfado. Calidad, economía y diseño servidos para una realidad visionaria, la necesidad de un coche estrictamente urbano.

El Smart es un acontecimiento más en la historia del automóvil y para este aniversario las cosas no le podrían y mejor ni menos sorprendentes. Nadie apostaría en su comienzo por un éxito tan rotundo y longevo; pero menos pensarían de aquellas que su modelo podría llegar con fuerza a mercados como el americano. Ese mercado, el estadounidense, recibirá en breves una nueva versión del Smart llamada Passion.

Esta versión, disponible tanto para la carrocería Coupé como Cabrio, que a unos buenos precios aporta un decente equipamiento unido al motor 1.0 de 70 caballos. Inserciones de cuero, nuevos compartimentos en el interior, techo panorámico de cristal para la versión coupé, toma de corriente de 12V y un extenso equipamiento en seguridad unidos a otra serie de elementos imprescindibles: aire acondicionado, radio-cd…

Los precios parten de 13.590 dólares (7.900 euros) para el coupé y 16.950 dólares para el cabrio (10.600 euros). Bajos y competitivos, pero en el mercado a donde se dirigen lo que más tienen en cuenta acerca de él es lo que se ahorra uno tras comprarlo. Los consumos y las emisiones son evidentemente muy bajos, algo que también da seguridad para aquellos a los que se expongan a tasaciones medioambientales en las grandes urbes.

Por otra parte, Smart también ha anunciado que en octubre de este mismo año todas las versiones de gasolina incorporarán de serie la función Start/Stop, o Micro Hybrid Drive como la llaman ellos. Gracias a este sistema se espera ahorrar una media de un 8% de combustible y emitir 9 gramos menos de CO2.

A continuación os dejamos con las galerías de la versión Passion en sus dos variantes y callejeando el Downtown Manhattan.

Vía | Serious Wheels