El rescate a Chrysler y General Motors ha costado 9.300 millones de dólares
Tras vender su participación en la antigua rama financiera de GM, el Departamento del Tesoro estadounidense ha revelado la cantidad de dinero que le ha costado a sus arcas públicas salvar a ambas empresas hace más de un lustro. Las ayudas públicas representan una tercera parte de las que el Gobierno español destinó a rescatar a Bankia.
El Departamento del Tesoro estadounidense publicó este martes las cuentas definitivas del rescate de su industria automovilística como parte del programa TARP (Troubled Asset Relief Program). Los cálculos se han realizado tras la venta el 18 de diciembre de los 54,9 millones de acciones que Washington aún tenía en el capital de Ally Financial, la rama financiera de General Motors antes de la crisis de 2008, de cuya recuperación la Administración de Obama ha obtenido un beneficio de 2.400 millones de dólares (1.992 millones de euros).
Las cifras revelan que salvar a Chrysler, General Motors, sus respectivas ramas financieras y sus proveedores le ha costado a las arcas públicas estadounidenses 9.300 millones de dólares, algo más de 7.700 millones de euros al cambio. El Gobierno ha recuperado en total 70.420 millones de dólares (58.467 millones de euros) de los 79.680 millones de dólares (66.136 millones de euros) que invirtió en rescatar a los dos gigantes de Detroit.
Dicha inversión se repartió del siguiente modo: General Motors recibió 49.500 millones de dólares, Chrysler 11.960 millones y Ally Financial 17.170 millones. Si lo queremos comparar con un caso de nuestro país, la salvación de Chrysler y General Motors ha requerido la tercera parte en dinero de los contribuyentes del que el Gobierno español destinó a reflotar Bankia, que recibió 23.465 millones de euros.
A pesar del resultado negativo, la Administración estadounidense ha perdido mucho menos dinero del que calculó en 2009 cuando se creó este paquete de rescate del TARP. Además, esta medida permitió evitar que se destruyeran 1,5 millones de puestos de trabajo en el sector y que se acuciara la crisis económica del país. Desde entonces, la del automóvil ha representado una de las industrias estadounidenses que más rápido se ha recobrado y lleva cinco años consecutivos de subida de ventas, alcanzando niveles previos al colapso financiero (está previsto que 2014 registre 16,5 millones de matriculaciones).
Para Chrysler, el rescate se ha traducido en su fusión con Fiat y la constitución de Fiat Chrysler Automobiles (FCA). General Motors, por su parte, tuvo que eliminar marcas como Pontiac o Saturn y llevar a cabo una importante reestructuración interna. Estas dos empresas, junto con Ford, se mantienen en números negros desde 2009.
Fuente | Departamento del Tesoro del Gobierno estadounidense (las cuentas del TARP se pueden ver a través de este enlace)
Vía | Bloomberg, Detroit Free Press y Reuters
Logo GM | Associated Press
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