Curiosidades Seguridad Tecnología
Funcionamiento del control de tracción
El control de tracción es uno de los mecanismos de seguridad menos conocidos de un coche. Uno está más familiarizado con el ABS, el airbag, e incluso el ESP. El control de tracción es uno de los grandes desconocidos entre los menos duchos en el mundo del motor. Incluso puedo decir que hasta hace bien […]
El control de tracción es uno de los mecanismos de seguridad menos conocidos de un coche. Uno está más familiarizado con el ABS, el airbag, e incluso el ESP. El control de tracción es uno de los grandes desconocidos entre los menos duchos en el mundo del motor. Incluso puedo decir que hasta hace bien poco no sabía en qué consistía exactamente.
Es un sistema complementario al ABS, llegando a ser común que funcionen con los mismos sensores. La explicación del mecanismo que le sirve de base es bien sencillo: cuando se detecta una pérdida de adherencia por parte de una rueda o que patina, se retarda o suprime la chispa de uno o más cilindros, se reduce la inyección de combustible, o simplemente se frena la rueda causante de la problemática. De esta forma no se llega a perder el control del coche en ningún momento.
Es bastante normal que los automóviles lo incorporen, ya que el ESP (control electrónico de estabilidad), ya incluye un mecanismo de control de tracción propio, lo cual es una ventaja.
Unos de los grandes beneficiados de este sistema son los Fórmula 1. Con él se previenen pérdidas de control del bólido, sobre todo en curvas y en las salidas (se evitan los derrapes y el consiguiente gasto de gomas). Cuando se detecta que una de las ruedas empieza a perder adherencia, actúa no permitiendo que el coche se descontrole. Este será el último año que lo monten, ya que el que viene los monoplazas no lo montarán y por tanto los pilotos dejarán de tener su ayuda. Creo que más de uno lo echará en falta, sobre todo en condiciones lluviosas, y sino, tiempo al tiempo…
Más información | Wikipedia
Deja un comentario