El CEO de Fiat Chrysler asegura que hay sitio por encima del nuevo Jeep Grand Wagoneer
Sergio Marchionne confirmó durante la apertura de un concesionario del grupo en Canadá que Jeep tiene la capacidad y la oportunidad de ocupar un nicho de mayor lujo con un SUV que compita contra el Range Rover. No lo mencionaron en el plan a cinco años en 2014 porque la idea aún está poco madura.
Jeep forma parte de la relación de marcas de Fiat Chrysler Automobiles que goza de una coyuntura bien boyante. Sus ventas se han cuadruplicado en todo el mundo desde 2009 gracias a que los SUV siguen pujando fuerte entre la mayoría de consumidores. Pero la cúpula del grupo y los jefes del fabricante estadounidense son conscientes de que aún se le puede sacar más partido.
Dentro de los planes en constante cambio de FCA y su jefe ejecutivo, Sergio Marchionne, la expansión de Jeep contaba con rescatar al Grand Wagoneer como modelo de lujo con el que medirse frente a los reyes del mercado premium. Pero Marchionne quiere más, según confesó en la reciente apertura de un concesionario Alfa Romeo y Maserati cerca de Toronto; su espina clavada en este sentido es lanzar un rival digno del Range Rover.
«Me hierve la sangre cuando veo un Range Rover por la calle, porque sé que tenemos la capacidad de crear algo semejante», admitió el dirigente de FCA. «Y lo haremos«, sentenció con su habitual franqueza. Marchionne explicó que este producto no figuró en el esquema a cinco años vista del grupo presentado en 2014 porque preferían no anunciarlo demasiado pronto, si bien confirmó que se están ocupando actualmente de analizar la viabilidad de su desarrollo.
Este SUV se colocaría por encima de la tercera generación del Grand Wagoneer, prevista para 2018. La cuestión pendiente de resolver es en qué medida se solaparía con el Maserati Levante, el vehículo análogo de la marca del tridente que se lanzará al mercado el año que viene. Aunque la percepción del público hacia cada una difiere significativamente, sus segmentos no están tan separados.
Un Jeep de dichas características se escindiría más de lo usual de la imagen de 4×4 campero y robusto que transmite casi toda su gama. De hecho, el propio Grand Wagoneer también pecará relativamente de este «defecto». Y, si bien Jeep conserva una personalidad muy particular, resulta complicado vaticinar cuánta parte del público al que se dirigen los SUV premium optarían por un modelo con su emblema de más de 100.000 dólares cuando, por una cantidad algo superior, les alcanzará para comprar el Maserati.
Vía | Bloomberg
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