¿El adiós a los combustibles fósiles? La verdad que no te están contando sobre España
A pesar de los esfuerzos por acelerar la transición hacia energías más limpias y sostenibles, España sigue dependiendo del petróleo y el gas, manteniendo un alto consumo de estos combustibles fósiles
Mientras la Unión Europea sigue presionando para reducir el uso de combustibles fósiles y avanzar hacia una economía más verde, España sigue mostrando un consumo récord de petróleo y gas natural. Esta situación plantea dudas sobre la efectividad de las políticas actuales y sobre cómo se está gestionando la transición energética en el país.
En el último año, España ha mantenido un alto consumo de combustibles fósiles, con el gas natural y el petróleo como protagonistas. A pesar de las tensiones geopolíticas y las sanciones impuestas a Rusia por el conflicto en Ucrania, este país sigue siendo uno de los principales proveedores de gas para España, con un aumento del 35 % en las importaciones respecto al año anterior. Argelia y Estados Unidos también juegan un papel clave en el suministro de gas, mientras que el petróleo sigue llegando en grandes cantidades desde Estados Unidos, México y Brasil, aunque con una ligera disminución del 3,3 % en 2023.
Falta de una estrategia coherente
En medio de este escenario, surge la preocupación sobre la falta de una estrategia clara y global para la transición hacia energías renovables. Aunque se han hecho avances en la electrificación del transporte, la realidad es que las inversiones necesarias para desarrollar una nueva cadena de valor están siendo desordenadas y poco coordinadas. Esto contrasta con la posibilidad de aprovechar otras alternativas, como los combustibles sintéticos, que permitirían mantener la infraestructura existente sin necesidad de una transformación radical.
La alternativa de los combustibles sintéticos
Los combustibles sintéticos se presentan como una opción viable para reducir las emisiones de CO2 sin tener que reemplazar toda la infraestructura actual. Algunas empresas ya han comenzado a probar el gasoil sintético con resultados prometedores. Este tipo de energía permitiría seguir utilizando los vehículos convencionales y la red de suministro existente, lo que reduciría significativamente los costos y el esfuerzo necesarios para una transición completa a la electrificación.
¿Por qué no desaparecen los combustibles fósiles?
A pesar de los esfuerzos por reducir el uso de combustibles fósiles, la realidad es que su declive parece aún lejano. La dependencia de estos recursos sigue siendo alta, y la situación global, marcada por conflictos internacionales y tensiones económicas, complica aún más el panorama. La invasión de Ucrania por parte de Rusia y otras crisis geopolíticas han afectado la importación y exportación de combustibles fósiles, pero no han logrado disminuir su consumo en España de manera significativa.
El futuro energético
La situación actual deja en evidencia la necesidad de una planificación más coherente y estratégica en lo que respecta a la transición energética. Es fundamental que se adopte una visión global que permita avanzar de manera más eficiente hacia una economía basada en energías renovables. Sin embargo, la realidad es que este proceso será más complejo y prolongado de lo que muchos podrían haber anticipado.
Mientras tanto, el debate sobre el futuro de los combustibles fósiles continúa, y el desafío de reducir las emisiones de carbono sigue siendo una de las tareas más urgentes para combatir el cambio climático. España, como muchos otros países, se encuentra en una encrucijada, donde las decisiones que se tomen en los próximos años serán cruciales para determinar el rumbo de su futuro energético.
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