Dunlop presenta el coche de carreras del futuro
Ha culminado el concurso «Future Race Car Challenge» donde los aficionados han aportado sus ideas sobre cómo será la competición en 50 años y Dunlop nos presenta el coche del futuro, de la mano del diseñador por Sergio Rinland, un renombrado diseñador de coches de competición para Grandes Premios y Le Mans.
Como parte del proyecto de diseño colaborativo «Dunlop Future Race Car Challenge», la marca de neumáticos ha reunido las opiniones de expertos del sector y aficionados a los deportes de motor sobre cómo será el coche de carreras del futuro.
Y para culminar este proyecto, Dunlop ha contado con la ayuda del renombrado diseñador de coches de competición para Grandes Premios y Le Mans, Sergio Rinland, que ha revisado las ideas enviadas por los aficionados de toda Europa sobre cómo ven el coche del futuro. Para ver el diseño de Sergio Rinland y conocer mejor cómo es el “coche de carreras del futuro”, puedes ver el vídeo Aquí
Respecto a la transmisión del futuro el vehículo ha sido diseñado con cuatro motores eléctricos, con un motor individual por rueda, ya que el coche tiene la capacidad de vectorizar el par motor sobre cada rueda. Esta posibilidad mejorará el rendimiento aerodinámico y el uso de los neumáticos, pues ya no será necesario que las ruedas giren cuando se aproxima una curva.
Este diseño incorpora a bordo un generador de electricidad por pilas de hidrógeno, con una pequeña batería de iones de Litio como respaldo de la alimentación, pero a medida que se desarrolle la tecnología, este diseño tiene la posibilidad de incorporar a bordo paquetes de carga por inducción, ya que las competiciones en circuitos cerrados podrán disponer en el futuro de la infraestructura necesaria para carga por inducción.
Por otro lado, el coche ha sido diseñado con materiales eléctricos y nanopartículas. Una carrocería adaptable permitirá al coche cambiar de forma con el fin de reducir la resistencia aerodinámica en las rectas, aumentar la fuerza hacia el suelo en las curvas y controlar la refrigeración mientras el coche corre.
También llevará unas cámaras que darán al piloto una visión periférica de 360°, sustituyendo los tradicionales espejos retrovisores mejorando la seguridad y reduciendo la resistencia aerodinámica.
Sus neumáticos tendrán sensores internos que enviarán información a los sistemas de control; estos podrán adaptar la suspensión, la transmisión de potencia y los sistemas de frenado. Serán capaces de controlar su temperatura y presión, así como cambiar de forma.
El resultado será una menor resistencia a la rodadura y menor resistencia aerodinámica, incluyendo mayor área de contacto con la pista en las frenadas y las curvas. Además no será necesario cambiarlos debido a las condiciones meteorológicas ni al desgaste. Durarán toda la carrera.
Para no desperdiciar energía, la energía de frenado se recuperará y almacenará en volantes y/o súper condensadores para ser utilizada en momentos de picos de potencia durante la carrera.
Pero el debate sobre el futuro del deporte de motor continúa con el hahshtag #DunlopFutureCar, además puedes opinar y conocer más información en «Dunlop Future Race Car Challenge».
Fuente | Dunlop
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