Dubuc busca financiación para el Tomahawk en el crowdfunding

Los coches eléctricos son cada vez más comunes. Se trata de la fuente de energía que han elegido los fabricantes de superdeportivos para propulsar los motores de sus elegantes y siempre potentes coches. No hay duda de que es el combustible alternativo a los fósiles que acabará mandando en los superdeportivos. Dubuc es una empresa canadiense que también se ha lanzado a producir sus vehículos de lujo utilizando la electricidad, pero ha optado por una fuente de financiación diferente a la captación de inversores de la manera tradicional.

Tras unos meses de incertidumbre, la empresa ha vuelto a retomar el proyecto del Tomahawk, su propuesta de coche eléctrico de alta gama. Esta vez, se ha decidido por la financiación a través del crowdfunding, un sistema que le permitirá, si todo va bien, reunir los 25 millones de dólares que necesita para comenzar la producción del modelo.

Dubuc no pretende que su coche sea un superventas y no planea que el precio de cada una de las unidades a producir descienda de los 100.000 dólares, cantidad que han estimado como suficiente para obtener los beneficios que esperan. En teoría, el rango de este modelo totalmente eléctrico es de casi 500 km, con una potencia suficiente como para acelerar de 0 a 100 km/h en solo tres segundos y alcanzará una velocidad máxima de 250 km/h.

Según las especificaciones, el Tomahawk contará con motores eléctricos en la parte delantera y en el eje trasero, lo que permitirá que el coche funcione con tracción total y consiga esas cifras de las que hemos hablado antes. Las baterías podrían representar un problema y por ello se ha fabricado parte de la carrocería y las puertas con aluminio, compensando así el peso de las unidades de almacenaje de energía.

El Tomahawk comenzó a desarrollarse a principios de esta década y ya estaba casi listo para su lanzamiento en el año 2014, pero tuvo que detenerse la producción a causa de la falta de inversión. Ahora, una vez se complete este crowdfunding, esperan poder llevar adelante el proyecto y comenzar a servir las primeras unidades a partir del año 2017. Una apuesta arriesgada, pero que servirá para que los inversores interesados puedan participar de manera más sencilla. Y quien sabe, poner en marcha una cadena de proyectos de este tipo finaciados a través de estas plataformas.

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