La DGT quiere reducir de forma drástica los accidentes y las muertes en carretera y por eso está preparando cambios importantes para aplicar durante el año 2019
Ojo al cielo, los drones de la DGT comienzan a vigilar el tráfico en agosto
Los drones de la DGT están preparados para detectar infracciones de tráfico, aunque todavía no pueden multar por exceso de velocidad pero sí otras infracciones
Cuando llega el verano, aumentan de forma considerable los desplazamientos por carretera, así que los controles en carretera también se ven incrementados. Este año tendremos a 9.100 efectivos que estarán controlando las carreteras de nuestro país, sobre todo centrados en las carreteras secundarias. Este tipo de vías son las que recogen el mayor número de víctimas mortales y por ese motivo serán el principal punto de atención para los agentes de Tráfico.
Pero este año, además de contar con 300 efectivos más en la carretera que en 2018 y con la ayuda de los helicópteros Pegasus, que vigilan desde el cielo, incorporan otra efectiva herramienta a su labor. Desde el día 1 de agosto, la Guardia Civil de Tráfico contará con varios drones que ejercerán labores de control de carreteras y detección de infracciones.
Los drones estarán destinados a vigilar puntos especialmente peligrosos y se centrarán en la protección de colectivos más desprotegidos, como son los ciclistas. Los drones de la DGT están equipados con una cámara HD capaz de ver a una distancia de 5 kilómetros, así que son capaces de detectar cualquier infracción que cometa el conductor. Se fijarán especialmente en el uso del teléfono móvil o la ausencia del cinturón de seguridad, por ejemplo.
Actualmente solo hay 3 drones homologados para multar, así que por el momento los otros 8 drones se utilizarán para gestionar y controlar el tráfico. De todas maneras, los drones en uso se utilizarán como complemento a los controles efectuados con los helicópteros Pegasus o en controles de tráfico donde haya una mayor afluencia de vehículos o para apoyar en situaciones de emergencia que por sus características afecten a la seguridad y la fluidez del tráfico.
Los drones tienen un coste de 1.500 euros y son capaces de elevarse a una altura de 120 metros, de manera que pueden abarcar una zona bastante amplia. La distancia operativa máxima es de 500 metros y la autonomía es, aproximadamente, de 20 minutos.
El operativo de los drones estarán ubicados en una furgoneta, donde habrá un piloto remoto, un operador de cámara y un Guardia Civil, que no siempre ha de estar presente. Las infracciones detectadas pueden ser notificadas por el agente o se remitirán al sancionado por correo.
El uso de drones ya se probó durante el pasado mes de abril, en la Operación Salida de Semana Santa, cuando se utilizó esta tecnología en la autovía A1 en la Comunidad de Madrid y en la A6 a nivel de Tordesillas, en Valladolid. Pronto se incorporarán 20 drones más a la flota aerea de la Guardia Civil, por lo que pronto tendrá más importancia la vigilancia del tráfico a través de los drones.
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