¡Esto te interesa! A partir del próximo 11 de mayo, entrarán en vigor los nuevos límites de velocidad de la Dirección General de Tráfico.
Drones de la DGT: todo lo que debes saber para que no te lleves una sorpresa
La Dirección General de Tráfico posee once drones pero, ¿quieres saber cómo funcionan los drones de la DGT? Te lo contamos.
Los drones de la DGT forman parte del Plan Estratégico de Medios Aéreos desde el año 2017, pues bien, te vamos a contar cómo funcionan, cómo multan y dónde están sobrevolando. Los drones se han convertido en un medio de vigilancia muy utilizado, sobre todo, en operaciones especiales como pueden ser vacaciones, puentes o eventos y zonas de alto riesgo.
La Dirección General de Tráfico posee once drones, pero solo tres de ellos cuentan con el informe técnico del Centro Español de Metrología para poder detectar infracciones y vigilar el tráfico. Estos vehículos aéreos tienen, tan solo, una autonomía de 20 minutos, tienen que permanecer en el campo visual del piloto y no pueden superar los 120 metros de altura en vuelo. Es importante destacar que, salvo autorización, no pueden volar encima de las carreteras, aeropuertos o instalaciones de seguridad.
En 2020, concretamente entre los meses de enero y agosto, los drones de la Dirección General de Tráfico tramitaron más de 220 infracciones; sobre todo por no respetar la prioridad, por no utilizar el cinturón de seguridad, por utilizar el smartphone o no respetar las líneas de las carreteras.
Drones de la DGT, todo lo que debes saber
Es importante destacar que cada dron necesita la intervención de dos operadores; un piloto de la UMA que controla el vuelo y un encargado de controlar la cámara. Una vez que el dron ha registrado una infracción, comunica los datos del vehículo a una patrulla cercana al tramo de control. Esta será la encargada de dar el alto al vehículo y notificarle la propuesta de sanción. Si no se puede dar el alto, la multa le llegará al domicilio del titular del vehículo.
El funcionamiento de los drones se puede resumir en cinco pasos. En primer lugar, se debe elegir el tramo a vigilar. Es decir, los jefes provinciales de Tráfico, los Centros de Control y los subsectores de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil deciden el lugar que se va a llevar a cabo la operación. El segundo paso pasa por establecer una base segura; los drones se trasladan en furgoneta hasta el tramo elegido y se establece una base de operaciones. Se coloca una manga de viento que permite controlar la dirección y la velocidad, además, se hace un perímetro para la creación de un punto de aterrizaje y despegue.
El tercer paso es el montaje y la comprobación. El dron viaja desmontado y cuando se llega a la base de operaciones, se procede al montaje. Se debe calibrar el aparato y las cámaras. Una vez que se instale la batería, el aparato está listo para desarrollar la misión. El cuarto paso es sobrevolar y observar las inmediaciones de la carretera en el punto que se haya solicitado la vigilancia y por último, se notifica la denuncia. Si hay disponible una patrulla de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en las cercanías, se detiene al conductor y se notifica la apertura del expediente sancionador. Si no, le llegará la multa por correo postal.
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