Dos Porsche 911 se han enfrentado al volcán de Ojos del Salado y han conseguido un gran éxito

El Porsche 911 ha sido un coche remarcable en muchos aspectos a lo largo de las muchas décadas en las que ha estado en el mercado. Pero ahora este modelo ha sido protagonista de todo un hito. Y es que han sido dos unidades de este popular modelo, convenientemente equipados, los que se han enfrentado a la ascensión hasta la caldera del volcán de Ojos del Salado, en Chile. Este es el volcán con mayor altura del mundo.

Los dos Porsche 911 se han enfrentado a pendientes casi imposibles de afrontar, con placas de hielo, nieve estacional y otras condiciones climáticas como una menor cantidad de oxígeno en la atmósfera, unas temperaturas que pueden caer hasta los 30 grados bajo cero y otras condiciones extremas que han provocado dificultades para conseguir alcanzar la cima.

La altura a superar ha sido de 6.007 metros sobre el nivel del mar, así que había que pensar en equipar ambos coches con elementos que les permitiera superar todos los retos. Sobre todo, teniendo en cuenta que son coches pensados para la carretera y no están preparado para este tipo de pruebas.

Equipamiento especial

Los dos Porsche 911 (922) Carrera 4S han recibido modificaciones para poder realizar esta prueba. Lo primero es la seguridad, así que se han sustituido los asientos por otros de fibra de carbono, con arneses. Para mejorar la tracción, se añadieron ejes pórtico que aumentaron la distancia hasta el suelo hasta los 350 mm.

El cambio se modificó para que el cambio se realizará de forma más rápida a bajas velocidades y los neumáticos que se colocaron pueden ofrecer el mejor rendimiento en estos terrenos. Los bajos se protegieron con placas de fibra de aramida, ligera pero muy resistente, que resbala sobre las rocas.

Porsche 911 Carrera T: el «nueveonce» en estado puro

La gama Porsche 911 se amplía con la llegada del Carrera T, una versión aligerada y configurada para quienes prefieren sentir toda la esencia «nueveonce» en el sentido más puro.

Se equipó también el Porsche Warp-Connecter. Este dispositivo se ha diseñado para ser utilizado en competición, que forma un enlace mecánico entre las cuatro ruedas que permite una carga constante en ellas, incluso cuando están en los extremos del recorrido de la suspensión. Esto permite una tracción máxima adecuada para moverse con soltura por las laderas del volcán.

La adición de un cabestrante y varias modificaciones más para permitir superar la prueba han sido fundamentales para marcar la diferencia y hacer que estos dos coches, pensados para otros recorridos, lleguen hasta la cima del volcán más alto del mundo.

Motorización

En el caso del motor, este modelo en concreto utiliza un bloque bóxer turboalimentado de seis cilindros, que desarrolla una potencia de 450 CV. Al motor se asocia una caja de cambios manual de siete velocidades. No ha hecho falta modificar este motor para conseguir este hito, ya que el rendimiento ha sido correcto en todo momento.