¡Este Dodge Challenger Hellcat ha sido restaurado después de un incendio!

Seguro que alguna vez se os ha pasado por la cabeza restaurar un coche, ya sea por el propio hecho de arreglar algo por vuestra cuenta propia o para abaratar costes. Por norma general, los vehículos que se deciden revivir suelen encontrarse en un estado aprovechable, pero hoy nos hemos topado con un caso cuanto menos curioso. Un joven youtuber americano quiso darle una segunda oportunidad a un Dodge Challenger Hellcat que, en su otra vida, padeció entre las llamas que se encargaron de reducir a la nada a una granja.

Una vez que un vehículo se expone a un incendio, es muy difícil que este se pueda recuperar por la abrasión a la que exponen sus piezas. Carrocería, chapa, pintura y componentes mecánicos de vital importancia se convertirán en cenizas en cuestión de segundos, y el estado de este Challenger daba fe de ello. No en balde, esto no ha impedido que nuestro joven y habilidoso protagonista le de una segunda oportunidad al muscle car.

El intenso proceso de limpieza permitió al youtuber apreciar con más detalle todos los desperfectos que causó el incendio. Con esta premisa, el análisis de daños es mucho más sencillo y, una vez dado el visto bueno, se procede a recuperar la posición original que presentaba el chasis. Pese al esfuerzo y dedicación que muestra el joven, finalmente se ve en la obligación de cortar a la mitad al Challenger y recurrir a un donante que también había vivido mejores tiempos.

Tras una dura e intensa jornada de chapa y pintura, llega el momento de volverle a dar vida al apartado mecánico. En el vídeo podemos apreciar como se ha salvado el motor original pese a que estuvo expuesto a las llamas. Sin embargo, esto no ha impedido que se rehaga por completo para asegurar un comportamiento perfecto.

Y es que la ocasión no es para menos, ya que el Challenger Hellcat cuenta de serie con un poderoso V8 de 6.2 litros sobrealimentado por compresor. Dicho imponente corazón se encuentra en la tesitura de erogar 717 CV y 881 Nm de par, cifras que lo catapultan hasta los 100 km/h en 3,6 segundos y permiten que alcance una velocidad máxima de 314 km/h.

Nueve meses de restauración resumidos en catorce minutos de vídeo, en los que podemos apreciar la laboriosa tarea que ha implicado devolver a la vida a este genuino muscle car. Sin lugar a dudas, no ha sido un trabajo fácil, pero la satisfacción de poder conducir un coche que ha sido reparado con nuestras propias manos no tiene precio.