Diez motivos por los que tu coche podría no pasar la ITV
El coche ha de pasar la ITV periódicamente, para garantizar que está en condiciones de circular sin riesgos y asegurar que no tiene defectos graves y peligrosos
La ITV es uno de los trámites por los que tenemos que pasar una vez nuestro coche tiene una antigüedad. La Inspección Técnica de Vehículos se encarga de revisar los puntos importantes del vehículo para determinar si está en condiciones de seguir circulando. Esta revisión permite que aumente la seguridad en carretera y nos ayuda a detectar problemas en el coche para poder seguir conduciéndolo durante varios años.
A partir de los 4 años todos los turismos tienen que pasar por la revisión de los técnicos de la ITV y cada cierto tiempo hay que cumplir con el requisito. Todos sabemos que debemos tener el coche en condiciones, pero ¿sabes los motivos por los que tu coche puede no pasar la ITV? Hemos visto un interesante listado de estos motivos y te los contamos.
- Alumbrado o señalización: El alumbrado es muy importante y no solo garantiza que se el coche se vea de lejos, sino que el conductor pueda ver. La señalización es fundamental para anunciar las maniobras que vamos a realizar, así que también son fundamentales. Si hay una bombilla fundida, existe un sistema de iluminación no homologado o un piloto roto puede hacer que el coche no pase la ITV.
- Dirección: La dirección también puede hacer que no pase la ITV. Si hay mucha holgura, está desgastada, los elementos de cada uno de los ejes estén mal fijados, la dirección esté desviada o cualquier otro defecto detectado son motivo para no superar la ITV.
- Neumáticos: Los neumáticos son uno de los motivos más frecuentes para que el coche no pase la ITV. Si hay desgaste en los neumáticos, están instalados dos modelos distintos de neumáticos en el mismo eje y otros defectos son motivo para pasar por el taller antes de volver a pasar la revisión.
- Suspensiones: Los amortiguadores y los muelles son parte de los elementos que ponen en contacto el vehículo con el suelo, así que han de estar en perfecto estado para garantizar la seguridad. Si no lo están, toca pasar de nuevo por el taller.
- Frenos: Si el coche no frena correctamente, no está en condiciones de circular. Puede ser por falta de líquido de frenos, una insuficiente presión en la bomba de vacío y otras irregularidades del freno, pero con estos fallos no se obtendrá la validación del técnico.
- Cinturones de seguridad: Los sistemas de sujeción como los cinturones de seguridad han de estar en perfecto estado, aunque los cinturones no lo son todo. También hay que tener en condiciones las hebillas y los puntos de anclaje.
- Carrocería: En este caso no se valora si hay alguna abolladura o si falta algo de pintura. Lo que se revisa de la carrocería es que no haya aristas cortantes, que las posibles abolladuras rocen en elementos como las ruedas, que no existan perforaciones que afecten a la estructura interna del coche o al chasis, cosas que son defectos graves o muy graves.
- Emisiones contaminantes: Los técnicos de la ITV realizan una medición de los gases de escape y valoran el nivel de emisiones del vehículo. Si se superan los cada vez más estrictos niveles de contaminación de la ITV, no se dará como válida la inspección.
- Escape: No solo se valora la emisión de gases contaminantes, sino que también se revisan los elementos del escape, así que si hay alguno de ellos que esté dañado, flojo, instalado incorrectamente o con riesgo de desprendimiento, entraría dentro de los motivos por los que no se aprobaría la ITV.
- Testigos de avería: Los encontramos en el cuadro de instrumentación y puede que tengamos alguno encendido en el momento de la revisión. Puede ser que algo poco grave, pero su presencia indica que es necesario dedicarle algo de tiempo en el taller. Además, se puede comprobar que todo está bien a través del puerto OBD del coche, así que hay que procurar que todo esté correcto antes de acercarse a la estación de la ITV.
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