Diez coches que salvaron a sus marcas de la quiebra

Los fabricantes de automóviles, a veces, tienen ideas fantásticas y consiguen desarrollar modelos que han conseguido mantenerles a flote. Es el caso de los diez coches que salvaron a sus marcas de la quiebra. ¿Te suena alguno de estos modelos? Seguro que la respuesta es afirmativa porque son auténticos superventas.

Volkswagen Golf

El Volkswagen Golf se convirtió en un auténtico líder. Su historia comienza con el Volkswagen Beetle; uno de los Volkswagen más icónicos del mundo. La marca se enfrentaba a un gran dilema, ¿después del Beetle qué vendría? El fabricante cambió de administración y apostó por una nueva gama de modelos. Esta línea estaba liderada por el Volkswagen Passat y el Volkswagen Golf MKI. Este modelo estaba fabricado sobre una nueva plataforma de tracción delantera y motores en línea.

Peugeot 205

En los años 70, la marca del león creció rápidamente, absorbió a Citroën en 1975 y formaron el grupo PSA, seguido de la división europea de Chrysler en 1978. Pronto llegarían los problemas económicos hasta que en 1985 llegó el Peugeot 205, un modelo utilitario divertido, de alta calidad y elegante. Muy pronto, PSA dijo adiós a todos sus males. ¿Sus puntos fuertes? Su versatilidad. Además, al mercado llegaron versiones especiales como las Roland Garrós, los Mito y los GTI de 1.6 y 1.9 litros, pero no podemos dejar de mencionar al Peugeot 205 T16 del Grupo B.

Austin Metro

Austin había intentado reemplazar a su modelo más emblemático; el Mini, pero la búsqueda no daba sus frutos. Finalmente, llegó el Austin Metro y consiguió vender bastantes unidades. Los conductores ingleses más patriotas alucinaron con su anuncio y es que la marca apostó por colocar al modelo en los acantilados de Dover.

BMW 700

BMW ha estado al borde de la quiebra y hasta que no llegó el BMW 700, los problemas no se solucionaron. Presentado en el Salón del Automóvil de Frankfurt de 1959, fue el primer BMW en utilizar una estructura monocasco que ofrece una mejor conducción. Estaba impulsado por un bicilíndrico bóxer de 697 cc montado en la parte trasera que estaba derivado del de las motos de la marca y resultó ser el revulsivo que necesitaba. Al principio se vendía como coupé y poco después llegó la berlina y un descapotable. Se vendieron 188.000 unidades antes de que la producción terminara en 1965.

Aston Martin DB7

Aston Martin parecía que estaba un poco perdido en los años 80. Intervino Ford y en 1994 desarrollaron un modelo que les hizo salir de la bancarrota. El Aston Martin DB7 estaba diseñado por Ian Callum y se basaba en una plataforma modificada del Jaguar XJS. Equipaba un motor de seis cilindros de 3,2 litros y utilizaba partes de Ford, Mazda y Citroën. Su aspecto elegante y su rendimiento marcaron su carácter. Su precio ascendía a algo más de 100.000 euros y se vendieron más de 7.000 unidades.

Porsche 986 Boxster y 996

En 1992 la marca de Stuttgart estuvo a punto de declararse en bancarrota.  En 1993, presentó el concepto Boxster, algo encantador que mostró el camino hacia un roadster más barato pero especialmente atractivo: y así apareció el 986. Un movimiento inteligente, aunque más lo fue que la mayor parte de su mitad delantera y el motor refrigerado por agua, se compartirían con el 911 de la generación 996.

Bentley Continental GT

Bentley necesitaba un modelo de éxito y nació el Bentley Continental GT. Gracias a su elegante aspecto coupé, su interior con cuatro plazas y su motor W12 de seis litros y doble turbo, 3.200 clientes dieron su dinero incluso incluso antes de que el coche fuera lanzado. Solo en su primer año, aumentó por sí solo las ventas de Bentley siete veces, con 6.896 unidades vendidas.

Nissan Qashqai

El Nissan Qashqai consiguió salvar a la marca. El Qashqai prácticamente inventó la idea de un SUV que debía ejercer el papel del compacto típico hasta ese momento. Los mercados se volvieron locos y el resto es historia.

Volvo XC90

Existen dos Volvo XC90; uno nació en 2002 bajo el paraguas de Ford y el segundo es el modelo actual. El primer XC90 era un SUV increíblemente  práctico, superespacioso y versátil por dentro, pero no demasiado grande por fuera porque tenía un motor transversal mientras que los rivales eran longitudinales. Fue un gran éxito de ventas, tanto en Europa como en los Estados Unidos.

Ford 1949

Henry Ford II supervisó el concepto, el diseño y la producción del nuevo modelo de 1949. El día que se presentó se realizaron 100.000 pedidos. Se convirtió en un auténtico éxito. Se podía elegir en varias carrocerías y contaba con un motor V8 de 3.7 litros o con un motor de seis cilindros en línea de 3,9 litros.