DFSK 500: conducimos el SUV chino que ya puedes comprar por menos de 18.500 euros

La categoría de los SUV compactos no para de crecer. Y con el nuevo DFSK 500 lo hace por abajo, poniendo en el mercado un coche que compite con los más asequibles del segmento, esto es, el MG ZS y el Dacia Duster. Si te suena este modelo, no andas desencaminado: en su día probamos el DFSK Seres 3, que podemos considerar la versión eléctrica del DFSK 500. Actualmente, además del nuevo DFSK 500 y el DFSK Seres 3 en el segmento SUV-B, la gama DFSK cuenta con un SUV de tamaño medio, el DFSK F5; y con un SUV de siete plazas, el DFSK 580. Los planes de la marca en el futuro incluyen nuevas versiones híbridas enchufables de todos ellos, y la comercialización de Seres como marca independiente, posicionada por encima de DFSK en cuanto a lujo y precio.

Por si no lo sabías y te lo estás preguntando, DFSK es uno de los tres gigantes de la industria automotriz en China. En España se integra en el Grupo Invicta Motor, que también comercializa las marcas Invicta Electric y SWM. La marca cuenta con 33 concesionarios en nuestro país, y el plan es alcanzar los 45 a finales de 2023, con el objetivo de comercializar 700 unidades de este nuevo modelo durante este año. Para ello, el DFSK 500 juega una baza fundamental: el precio.

El DFSK 500 y el factor precio

Antes de referirnos a sus principales rivales, primero vamos a hablar de lo que cuesta el DFSK 500 y lo que te llevas por ese precio. Estamos ante un SUV de 4,38 metros de diseño muy resultón, que por tamaño exterior se sitúa un poco a caballo entre los SUV pequeños y los compactos; pero su precio no deja duda: compite con los pequeños.

Tiene un motor atmosférico de gasolina con 4 cilindros y 1,5 litros de origen Mitsubishi que rinde una potencia máxima de 106 CV y un par máximo de 148 Nm, con la posibilidad de elegir la adaptación para funcionar con GLP. Esto permite disfrutar de las ventajas de la etiqueta ECO de la DGT, y de una autonomía ampliada, pues añade al depósito de gasolina de 50 litros un depósito de gas de 52 litros en la zona donde iría la rueda de repuesto. La cifra de autonomía con los consumos homologados supera holgadamente los 1.000 km, aunque como puedes imaginar, en la práctica no es fácil acercarse; pero ahí está la posibilidad de recorrer kilómetros de forma mucho más barata con GLP. El sobreprecio de la adaptación GLP es de unos 2.200 euros.

Otra característica del DFSK 500 es que equipa de serie una caja de cambios automática CVT de variador continuo, no existe la posibilidad de optar por un cambio manual. Más adelante hablaremos de su funcionamiento, que marca claramente el comportamiento dinámico del coche. Pero mejor que lo veas como un plus, sobre todo porque esto no impide que el DFSK 500 siga siendo un coche con un precio muy competitivo: incluyendo el descuento promocional y la campaña financiando con la marca, tienes un DFSK desde 18.495 euros (20.995 euros sin financiar), y desde 20.719 con GLP y etiqueta ECO.

Equipamiento del DFSK 500

¿Qué me llevo por ese precio? Pues un SUV coqueto por fuera y hasta con un cierto aire deportivo en el interior, con un habitáculo bien aprovechado en el que cuatro adultos viajarán sin problemas de espacio. Los 318 litros de capacidad del maletero (independientemente de si se elige o no la opción GLP) no es una cifra tan buena en relación al tamaño exterior, pero tampoco están mal, y siempre queda la posibilidad de recurrir al respaldo posterior partido y plegable.

El interior sorprende por un aspecto visual muy bueno, con asientos deportivos, volante achatado en su parte inferior, salpicadero parcialmente forrado a juego con los asientos…. Tiene detalles de un coche de este precio, como no podría ser de otra manera: el sonido de las puertas al cerrar, plásticos duros en ciertas zonas, tacto de algunos mandos, el sonido de la radio o la resolución de la pantalla del sistema multimedia…

Pero en general, me atrevo a decir que la calidad percibida y el ajuste están mejor de lo que me esperaba. Y también el equipamiento. Apunta lo que lleva de serie el acabado Luxury, que es el de acceso: sensor de luces, llantas de aleación, volante de cuero, tapicería de cuero sintético, aire acondicionado, pantalla táctil de 7 pulgadas, cámara trasera y control de crucero.

Las versiones Intelligent cuestan 2.000 euros más, pero ojo a lo que añaden sobre los Luxury: luces diurnas led, freno de estacionamiento eléctrico, sensor de lluvia, climatizador, techo solar con apertura eléctrica, apertura manos libres y arranque por botón, sensores de parking delanteros y traseros y retrovisores plegables eléctricamente. Te llevas un DFSK 500 «tope de gama» por 20.495 euros con todas las ofertas, o por 22.719 euros con GLP y etiqueta ECO, incluyendo la campaña por financiación.

Como opciones quedan únicamente la pintura metalizada, con cuatro tonos a elegir (blanco, negro, azul y rojo) por 615 euros, y la extensión de garantía de los 4 años de serie a 7 años, por un importe de 900 euros.

Al volante del DFSK 500: para conductores tranquilos

Es una pena que no se haya homologado para el mercado español la versión del DFSK 500 con cambio manual, porque el cambio automático CVT en combinación con un motor atmosférico que no anda sobrado de potencia y par condiciona las sensaciones que transmite al volante el DFSK 500, que dependen mucho del tipo de conducción. Las prestaciones homologadas son una punta de 165 km/h, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 8,9 segundos, dentro de lo esperado para el tamaño del coche y la potencia del motor.

El resultado es un coche que se desenvuelve bien siempre que conduzcas de forma tranquila. Sí, se puede viajar con él por autopista, o afrontar tramos de carreteras de montaña. Pero tienes que asumir que si toca acelerar, por ejemplo para realizar un adelantamiento o no perder velocidad cuando la carretera se empina, el motor subirá mucho de régimen -algo característico de este tipo de cambios automáticos de variador-,  lo que perjudica el confort de marcha y el refinamiento, quedando en este sentido algo por debajo del MG ZS o del Duster.

En ciudad, sin embargo, se desenvuelve de maravilla. En cuanto a los consumos, una media realista estará entre 8,5 y 9 l/100 km siendo cuidadosos con el pie derecho, que es como pide ser conducido el coche. Sin duda, pide a gritos decantarse por la adaptación para funcionar con GLP.

Realmente el cambio es el único aspecto del DFSK que requiere una cierta adaptación, y que recomiendo probar si no has conducido nunca un coche con este tipo de cambio. Teniendo esto en cuenta, por lo demás el coche tiene un confort de bacheo aceptable, con unas suspensiones tirando a suaves pero que controlan bien los movimientos de la carrocería. Al confort ayudan también unos neumáticos 205/65-16, con una relación entre anchura y perfil inusual para lo que se estila hoy en día, pero que son un «seguro de vida» en la jungla urbana, en carreteras en mal estado o al salir por pistas o caminos, donde se puede sacar partido de los 190 mm de altura libre al suelo y de unos amplios recorridos de suspensión.

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