Detroit, la decadencia de la gran urbe del motor
Un juez federal ha aprobado hace unos días la declaración de bancarrota de Detroit, antaño uno de los puntos clave en la industria automovilística americana. La ciudad, que ha acogido las sedes centrales de las mayores empresas americanas dedicadas a la automoción, ahora intenta afrontar una deuda de más de 18.500 millones de euros.
Hace unos días saltaba la noticia de la aprobación de la bancarrota de Detroit, la famosa ciudad americana que años atrás había sido uno de los grandes puntos industriales del país.
Se trata de la crónica de una muerte anunciada, y que la antaño urbe industrial lleva mucho tiempo sufriendo penurias económicas que, poco a poco, han ido mermando el atractivo de esta ciudad.
Detroit vivió su época dorada a mediados del siglo pasado, cuando las grandes compañías automovilísticas americanas (General Motors, Ford y Chrysler) establecieron sus sedes centrales allí. Fue fundada a principios del siglo XVIII por comerciantes de pieles franceses, y poco a poco se fue haciendo un hueco como una de las ciudades más importantes del estado americano.
Antaño también fue uno de los puntos de referencia de la cultura estadounidense, floreciendo corrientes musicales como la Motown, uno de los estandartes de la música americana.
Sin embargo, si por algo ha destacado siempre Detroit es por su implicación con el mundo del automóvil. Como ya comentábamos antes, el máximo esplendor de la ciudad americana tuvo lugar a mediados del siglo XX, gracias al auge de la industria automovilística, llegando a coronarse como la 4ª ciudad más poblada del país entre los años 40 y 50, con casi 2.000.000 de habitantes.
Sin embargo, a partir de la crisis del petróleo la urbe americana comenzó a desinflarse, perdiendo población año tras año, mientras los servicios sociales descendían y la corrupción y la delincuencia aumentaban de forma exponencial. Tal es así, que hace aproximadamente medio año Detroit presentó una solicitud de bancarrota, lo que significaba el declive total de la ciudad.
El punto final de esta penosa aventura económica ha llegado hace unos días, cuando un juez federal ha aprobado la declaración de bancarrota, lo que significa el fin de la protección de las pensiones y demás servicios sociales de cara a la ciudadanía.
La ciudad, a partir de ahora, elaborará un plan de reestructuración económica con el que gestionar los más de 18.500 millones de dólares de deuda que acumula.
Vía | Reuters
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