El DeTomaso Pantera estrena un cambio automático camuflado como una caja manual
El DeTomaso Pantera vuelve al ruedo por cortesía de Ares Design, carrocero que lo ha dotado con un cambio automático camuflado de cambio manual.
El mundo del motor ha experimentado cambios de todo tipo en los últimos años, dejando innovaciones que se asientan poco a poco y otras que padecen en el intento. Hoy en día son las mecánicas eléctricas, los escapes falsos y los sonidos simulados; pero hace no mucho tiempo fue la oleada de los cambios automáticos, un tipo de transmisión que se ha adaptado con diligencia. Sin embargo, existen coches como el DeTomaso Pantera, por cortesía del carrocero Ares Design, que quiere camuflar esta moda detrás de una simulación de cambio manual a la vieja usanza.
Y es que reconocemos que el carrocero italiano ha hecho un magistral trabajo de diseño al darle vida de nuevo al Pantera. Podemos apreciar cómo respeta numerosos elementos originales que son llevados con suma maestría a los tiempos modernos, aunque eso no nos evita poner toda nuestra atención en una caja de cambios automática que busca simular un cambio manual de rejilla.
No recriminamos la existencia de un superdeportivo automático, sobre todo teniendo en cuenta su capacidad para cambiar marchas de manera eficaz y rápida. Y es que aunque nuestra esencia de petrolhead empedernidos nos lleva a pedir a gritos un DeTomaso Pantera manual, «perdonamos» la presencia de una caja automática de 7 relaciones y doble embrague heredada del Lamborghini Huracán, modelo en el que se basa.
Lo que nos cuesta más pasar por alto es el hecho de que el selector de marchas haya sido concebido como una caja manual de rejilla, que si bien encaja a la perfección estéticamente con ese toque retro que le ha brindado Ares Design, no nos gusta el camuflaje que brinda a la caja automática. Y es que su condición de coche automático ya queda retractada por las grandes e inmensas levas que se posicionan detrás del volante.
Sea como fuere, la caja de cambios automática ofrece en disposición de una caja de seis relaciones la «D», «N», cambio secuencial para reducir y subir marchas, «P» y R» respectivamente. Además, gobernándola nos encontramos con el botón de encender y apagar el motor, un soberbio V10 atmosférico que ruge como pocos propulsores.
Y es que el conjunto es cuanto menos atractivo, por lo que resulta en cierta manera desolador que hayan recurrido a esta solución. Llamadme tiquismiquis, pero la presencia de una caja de cambios manual -completamente viable con el V10 de 5.2 litros del Grupo Volkswagen- permitirá hacer aún más redondo al DeTomaso Pantera. En fin, problemas del primer mundo.
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