Detenida de nuevo la producción del FIAT 500e semanas después de reiniciarse

La planta italiana de Mirafiori, situada cerca de Turín, ha detenido una vez más la producción de su modelo urbano eléctrico 500e, según un reciente reporte. Tal y como ya os contamos aquí en HighMotor, a mediados del pasado mes de septiembre la producción de este modelo eléctrico del fabricante italiano ya se vio interrumpida, reiniciándose más de un mes después, a principios de noviembre.

Pocas semanas después de que volviesen a salir de nuevo algunas unidades del FIAT 500e de la línea de ensamblaje de la planta de Mirafiori, la compañía ha vuelto a anunciar un nuevo parón en la producción, que se extenderá desde este lunes 2 de diciembre hasta el próximo 5 de enero.

Esta suspensión no solo afectará además en este caso al FIAT 500e, sino también a modelos de lujo de Maserati, como el GranTurismo y el GranCabrio, ambos con motores de combustión. En el complejo de Mirafiori trabajan alrededor de 13 mil empleados, aunque no todos ellos se quedarán de brazos cruzados, ya que la sección administrativa de oficinas continuará con su actividad habitual.

¿Qué está pasando?

Stellantis ha justificado este nuevo parón por la incertidumbre que no cesa en las ventas de vehículos eléctricos en varios mercados europeos, a los que va destinada el 97 por ciento de la producción de Mirafiori. La compañía ha señalado, además, que el segmento de los vehículos urbanos eléctricos en Europa ha experimentado una caída de más del 50 por ciento en los primeros diez meses de 2024 en comparación con el mismo periodo del pasado año. Por otro lado, se ha observado también una caída en la demanda de vehículos de lujo en mercados fuera de Europa, como el chino o el norteamericano.

Lo cierto es que la situación de la compañía no es a día de hoy especialmente buena. La producción de Stellantis en Italia ha disminuido un 41 por ciento en los primeros nueve meses de este año, generando preocupación entre los empleados por la estabilidad de sus puestos de trabajo. Esta caída en la producción contrasta con el objetivo del gobierno del país transalpino, que aspiraba a incrementar la producción de vehículos hasta alcanzar el millón de unidades para el año 2030.