Apple cuenta con varias patentes realizadas con las lunas y ventanillas de los vehículos y ahora suma una nueva, para un parabrisas capaz de detectar fisuras
Daños en el parabrisas: por qué se producen y cómo arreglarlos
El parabrisas es un elemento muy delicado en el coche, pero al mismo tiempo, es muy resistente y aunque resulte dañado se puede reparar en un taller profesional
El parabrisas es uno de los elementos de seguridad más importantes de un coche. Es la barrera que protege al conductor y los ocupantes del coche del viento y ofrece un refuerzo estructural al techo del coche. Además, es el elemento que ofrece visibilidad a la carretera y permite estar atento a lo que ocurre en la calzada.
Pero en ocasiones, se producen daños en el parabrisas que pueden provocar la pérdida de visibilidad e incluso la aparición de grietas o pequeños orificios. Estos daños pueden ser provocados por impactos de pequeñas partículas de tierra, guijarros o cualquier otra cosa que provoque que el parabrisas sufra un daño que pueda hacer que se tenga que cambiar todo el cristal.
Es importante saber que el parabrisas está formado por un vidrio reforzado, así que no es fácil dañarlo. Aunque se trate de un impacto considerable, el daño puede ser controlado y quizá no haga falta cambiar el parabrisas. Los talleres especializados en el cambio de lunas tienen tratamientos para tapar las grietas y pequeños impactos. Obviamente, tendrá que ser el técnico especialista el que se encargue de valorar el daño y la posible solución.
El parabrisas está formado por tres capas: un cristal exterior endurecido; una capa de pegamento y un cristal interior. Normalmente los daños se producen en la parte externa, así que es fácil de reparar. Utilizando una resina sinténtica, se puede tapar la grieta o el orificio sin dejar rastro.
Pero en lo se refiere a una grieta, esta puede seguir su camino a traves del cristal. El cristal se ve sometido a la presión del aire, a nuevos impactos o a la acción de los limpiaparabrisas. Esto hace que sea fácil que esa grieta vaya creciendo y que continúe su camino hasta que llega a un punto donde no puede seguir, como es el caso del marco del cristal.
En ese caso podemos estar tranquilos, ya que aunque la grieta crecerá e incluso puede ramificarse, no se romperá ya que está diseñado para resistir ese castigo. En muchos casos, se puede corregir el daño con la resina. Si el especialista decide que no se puede reparar, habrá que sustituir todo el cristal.
Por suerte, la mayoría de las pólizas de seguro contemplan la rotura de lunas, así que ante un problema de este tipo hay que visitar inmediatamente al taller recomendado por la aseguradora. Es importante recordar que hay coches más nuevos que incluyen sensores en el parabrisas y que necesitan ser manipulados por personal con la formación necesaria, así que hay que acudir a los talleres que saben cómo hacerlo.
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