El nuevo Libro Taller interactivo de la Dirección General de Tráfico permitirá conocer la fiabilidad de los talleres en España.
¡Cuidado! Estas son las tres cosas que pueden poner en riesgo tu coche
Normalmente, hay cosas en el coche a las que no prestamos la suficiente atención que pueden poner en riesgo la seguridad en nuestros traslados con el vehículo.
El coche es algo que utiliza muchos elementos mecánicos que se desgastan con el uso. Y ese desgaste no es bajo, ya que todas las piezas están sometidas a una tensión muy elevada. Por eso, una de las cosas más necesarias en un coche es realizar el mantenimiento necesario para que todo funcione correctamente.
Sin embargo, son muchos los conductores que retrasan la visita del taller, incluso cuando está programada. Muchas veces, el aspecto económico es el que pesa en este «olvido«. Una revisión conlleva un gasto y puede que no sea el momento adecuado para hacer la revisión. No obstante, hay que saber que un ligero retraso al pasar la revisión, aunque sea de unas pocas semanas, puede conllevar serios riesgos para la seguridad.
Tres cosas que hay que evitar hacer
Aunque hay que acudir a las revisiones en fecha, hay cosas que hacen que se tenga que ir sin falta al taller si se detectan en el coche. Primero, porque suponen un serio riesgo para el conductor, pero no solo para él. También puede poner en peligro al resto de ocupantes del vehículo e incluso a otros usuarios de la vía.
Pero también puede provocar que retrasar la visita al mecánico haga que una pequeña avería detectada a tiempo se conviera en una gran avería que conlleve un mayor gasto. Y a veces, eso ocurre solo con unas semanas de retraso en acudir al taller. Así que te vamos a contar esas tres cosas que has de tener en cuenta cuando las detectes y lleves el coche al taller para evitar males mayores.
Neumáticos
Con los neumáticos no hay excusas. Lo hemos comentado muchas veces y seguiremos insistiendo en ello. Los neumáticos son el punto de contacto del coche con el suelo, así que han de estar en perfectas condiciones. Hay que revisar la presión de los cuatro neumáticos al menos una vez al mes y siempre antes de hacer un viaje largo.
Y si se detecta algún comportamiento anómalo en la tracción o la dirección, es conveniente hacer una revisión ocular de los neumáticos. En esta se ha de comprobar que no haya ningún pinchazo o poro en la goma que provoque la pérdida de presión y la profundidad del dibujo de la banda de rodadura. La profundidad mínima es de 1,6 mm. Si se calcula que la profundidad está cerca de esa cifra, hay que cambiar los neumáticos. No hay que retrasarlo, porque no solo puede provocar un reventón que resulte peligroso, sino que además puede conllevar una multa.
Reparaciones caseras
Por mucho que pensemos que hay muchas cosas que se pueden hacer en casa con un poco de maña, hay que recordar que la mecánica de un coche es muy compleja. Si el coche es más moderno, además requiere un mantenimiento electrónico que no está al alcance de cualquiera. Así que es mejor olvidarse de las reparaciones caseras y acudir siempre a un taller de confianza.
Las piezas que se sustituyan han de estar en buen estado. Si se acude al mercado de piezas usadas, esto puede resultar dudoso, así que es mejor que esas piezas sean revisadas por un profesional para ver si están bien para ser usadas. Si es el mecánico quien ofrece esas piezas, se supone que han sido revisadas y tienen la garantía profesional correspondiente.
Retrasar el cambio de aceite
Este es el mantenimiento más básico que se realiza. Se ha de cambiar una vez recorridos determinados kilómetros, que varían según el tipo de aceite, el motor y las indicaciones del fabricante. Pero hay que hacerlo a tiempo. Dejar que el aceite se haga viejo en el motor provocará que no cumpla bien con su función, así que puede provocar averías serias. Cambiar el aceite, con el filtro incluido, puede llegar a costar unos 75 euros, así que no hay excusa para no hacerlo cuando toca.
Estas son tres cosas que hay que tener en cuenta para tener el coche en condiciones y evitar averías graves. Hay más, pero todas ellas se resumen en algo importante: si se detecta un ruido extraño, si hay un comportamiento irregular en el coche o se produce algún golpe, hay que llevar el coche al taller para asegurarse de que todo está bien. Y si no lo está, poner solución cuanto antes para evitar males mayores.
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