Coche nuevo, vacaciones,… estás de suerte, pero procura seguir unos pequeños consejos si quieres disfrutar un largo tiempo con el menor número de problemas
¿Cuándo cambiar la correa de distribución? Qué es y cuándo cambiarla para evitar averías
¿No sabes cuándo cambiar la correa de distribución? Es uno de los elementos más importantes del motor y se encarga de que todo el motor funcione coordinado.
Aunque no prestemos mucha atención a este elemento de nuestro coche, es una de las piezas fundamentales para que todo funcione correctamente. De hecho, una avería en la correa de distribución puede llegar a causar un daño muy importante en el motor y hacer que tengamos que olvidarnos del coche. Para que comprendamos lo indispensable que es y lo vital que resulta para el funcionamiento del motor, hay que entender que es la responsable de gestionar los cuatro tiempos del motor y se encarga de activar la bomba de aceite, la bomba de agua y en el caso de los motores diésel, la bomba de inyección.
Normalmente, la correa de distribución tiene una vida muy larga, motivo por el que no solemos fijarnos en ella. Está fabricada con un alma de acero y un recubrimiento de caucho y neopreno, que son dos materiales bastante resistentes y que permiten una larga vida útil. Pero pese a esto, los materiales se desgastan y provocan la rotura de la correa de distribución al cabo de un tiempo. Y ahí llegan los problemas graves.
Cuando la correa de distribución se rompe, de produce una desincronización entre el cigüeñal y el árbol de levas. Los pistones llegan a tocar las válvulas y se producen daños en el motor que, en el mejor de los casos, pueden resultar muy caros de reparar. En la mayoría de las averías por rotura de la correa de distribución, hay que cambiar el motor y ante esto, la mayoría de los propietarios optan por deshacerse del coche y comprar uno nuevo.
¿Cuándo hay que cambiar la correa de distribución?
Los plazos de para cambiar la correa de distribución pueden variar según el modelo. Hay modelos que pueden necesitar el cambio a los 60.000 kilómetros, mientras que otros pueden esperar a los 150.000 kilómetros, aunque no suele alargarse más de esa cifra. Puedes averiguar la cifra concreta de tu coche en el libro de mantenimiento, donde figuran los principales datos para mantener el coche en condiciones.
Hay que tener en cuenta distintas variables que pueden alterar esa cantidad de kilómetros a recorrer antes del cambio de la correa de distribución. Por ejemplo, si se circula mucho por ciudad, hay que reducir un 20% la cifra recomendada por el fabricante. El motivo es, como siempre, la variación de velocidad y al uso que le damos al motor, con un mayor número de aceleraciones y frenadas que se provocan en la circulación por ciudad.
Hay algunos avisos que pueden indicar que la correa de distribución está desgastada. Ante cualquier problema en el motor, como un ruido o una vibración extraña, o bien si se percibe la presencia de grietas o un desgaste excesivo, hay que llevar el coche hasta el taller y descubrir si realmente hay que cambiarla o si se puede esperar un poco antes de que sea necesario la sustitución de la correa de distribución.
Cómo revisar la correa de distribución
La correa de distribución no está a la vista, así que no se puede comprobar el estado de la misma sin desmontar parte del motor. Existe, en cambio, una correa auxiliar que sí que suele estar a la vista y que puede servir de orientación sobre el estado de la correa de distribución. Pero esto no es determinante, así que es mejor estar informado sobre el número de kilómetros en que se necesita cambiar la correa de distribución y realizar el cambio un poco antes de lo recomendado.
El cambio de la correa de distribución suele ser caro, pero es mucho más caro si se produce la rotura de esta correa, puesto que puede afectar a la culata, una pieza que forma parte del motor. Así que revisa el libro de mantenimiento del coche, descubre cada cuántos kilómetros se necesita cambiar y cámbiala siempre antes de lo que recomienda el fabricante. Podrás ahorrarte mucho dinero por una avería muy grave y sobre todo, te ahorrarás el disgusto de encontrarte con una rotura de la correa de distribución en pleno trayecto, algo que, te digo por experiencia propia, es bastante problemático.
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